A medida que Kanta crecía, empezaba a mostrar una inteligencia inusual.
A la edad de un año, Kanta podía escribir aunque nadie le enseñó a escribir. Al principio, al verlo escribir, sus padres estaban sorprendidos, pero no tenían miedo. Ellos estaban extremadamente contentos porque simplemente creían que su hijo era un genio.
A la edad de dos años, Kanta dominó cinco idiomas. Además de su lengua materna, betnumita, podía hablar nionés, eiglés, sueiñol, y chuoko. Entonces, sus padres, emocionados por la habilidad de idiomas extranjeros de Kanta, invitaron muchos maestros de idiomas extranjeros a enseñarle a Kanta muchos otros idiomas. Después de un año, Kanta dominó más de cien idiomas.
Un día, Kanta fue a un parque de atracciones con su madre. Mientras estaba esperando que su madre le comprara el helado, un espíritu negro apareció enfrente de Kanta de repente.
Al principio, al ver el espíritu negro, Kanta tenía mucho miedo y lloró. Sin embargo, después de sólo un segundo, el espíritu negro hizo la boca de Kanta cerrada y no dejó llorar o hablar a Kanta.
-Hola -le dijo el espíritu negro a Kanta-. He oído que eres un genio quien puede hablar más de cien idiomas.
En este momento, el espíritu negro dejó hablar a Kanta.
-Sí, yo puedo hablar más de cien idiomas -dijo Kanta trémulamente-. ¿Me necesita usted para ayudarle traducir algo?
-Entonces, lee esto -dijo el espíritu negro dándole a Kanta una hoja de papel con muchos símbolos extraños.
-¿Qué idioma es este? No entiendo nada -dijo Kanta mirando fijamente a la hoja de papel con curiosidad.
-Lo estudiarás algún día -dijo el espíritu negro.
Después de decir eso, el espíritu negro desapareció, y la madre de Kanta volvió a Kanta.
Los símbolos en la hoja de papel todavía son un misterio.