Vanessa estaba decidida a defender con sus dones a su familia, sus amigas y a Marc. Sus pasos decididos la llevaron a la rivera del río, mientras a su espalda podía escuchar como Zemira intentaba tranquilizar a sus padres, a su lado estaba Marc quién la miraba con preocupación evidente en sus ojos, le sonrió para tranquilizarlo pero eso solo hizo que la preocupa se convirtiera en angustia.
Ahora sí podía sentir con claridad las presencias que se acercaban, había algo en ellas que le hacía sentir peligro, sus instintos despertaron y su conciencia se vió parcialmente nublada por la intención asesina.
El viento levantaba su largo cabello mientras caminaba sobre los cristales de agua que iba creando a su paso, se detuvo en el centro del río, su vestido color crema la hacía ver como una aparición celestial pero sus ojos turbios le demostraban a cualquiera que no era un ángel sino todo lo contrario, no le dolería arrebatar una vida, esto era lo que sus ojos expresaban. Nubes negras empezaron a formarse sobre el bosque y sobre toda una mitad del imperio Violet Blood.
- ¿Qué está pasando? - Alexandra miró las nubes negras en el cielo y su expresión se tornó angustiada. Observó a la joven parada en medio del río y su expresión se volvió pálida, el magnetismo de Vanessa estaba atrayendo a la tormenta y se pondría peor... - Debemos irnos - su voz era baja pero todos los que estaban en la rivera del río la escucharon con claridad.
- ¿Qué sucede, Adela? - Ashley preguntó suavemente y giró su rostro hacia Alexandra, luego cambió su mirada hacia Caitlyn que tenía el rostro igual de sombrío.
- Esto se pondrá feo... - Caitlyn comentó con terror en sus ojos azules - ¡Vámonos!
Ashley y Caitlyn se apresuraron a guiar a Jessica lejos del río, ella se negó rotundamente pero no podía luchar contra dos brujas, al final no tuvo más que hacer que caminar con reticencia.
Alexandra y Zemira obligaron a Samantha y Milo a retroceder junto con ellas, de los ojos de Samantha brotaban lágrimas pero era incapaz de oponerse.
- Edward, ¡trae a Marc! - Alexandra le pidió esto al hombre que los seguía con su voz firme.
El hombre simplemente asintió y se dió la vuelta con la intención de traer al niño, pero cuando se dió la vuelta se percató de que ninguna ráfaga de viento tocaba al muchacho, él estaba parado en medio de la ventisca con una cara tranquila y una suave sonrisa en sus delgados labios. Edward entrecerró los ojos ante esta escena, hasta que se dio cuenta de que en la mano del joven había un collar de oro, este collar lo había visto antes colgando del cuello de Vanessa, por supuesto, le había dado el collar para protegerlo de ella misma, ¡era tan claro como el agua!... Con esto en mente, se dió la vuelta y retomó su marcha detrás de los demás, la chica sirena era demasiado inteligente, había protegido al joven para mantenerlo cerca de ella y a los demás no claramente para alejarlos, ¿pero por qué? esa era la pregunta que pasaba innumerables veces por la mente de Edward.
Una vez llegaron de regreso a la mansión Frank, todos miraban por las ventanas como empezaba a caer rayos desde el cielo y como el viento se hacía cada vez más fuerte. Solo les quedaba esperar y ver qué pasaba.
***
Vanessa seguía parada en medio del río, a pesar del fuerte viento se mantenía recta y no cambiaba su posición. Su mirada estaba fija en las ondeantes aguas del río, parecía que ella sola podía decidir el destino de todo el océano (¡en ese momento nadie hubiera dicho lo contrario!)
Dos figuras que se movían por el agua llamó la atención de la chica, extendió su mano y casi al instante una parte del agua se congeló, pero las criaturas fueron más rápidas al esquivar su ataque. Una gran columna de agua se levantó hacia Vanessa, pero ella la congeló con rapidez y se movió un paso hacia la izquierda. Distinguió otra figura que se acercaba hacia ella, parecía ser más pequeña que las otras dos, el agua alrededor de Vanessa comenzó a hervir y el vapor le dificultaba respirar. Tosió secamente mientras hacía que copos de nieve cayeran del cielo, está no era su intensión pero enfrió el aire a su alrededor y así pudo respirar con normalidad.
Una de las tres figuras en el agua hizo que el vapor restante cerca de Vanessa se congelará, pero un rayo brillante que cayó del cielo impidió que cumpliera su intensión. Una de las figuras decidió asomar su cabeza a la superficie, el fuerte viento y los rayos se detuvieron de golpe y la nieve empezó a caer bellamente como la primera nevada del año (Bueno... primera nevada y en verano).
- Hermana mayor - Juliana le habló desde el agua, sintiendo como el caudal del río se calmaba y como la temperatura del agua bajaba peligrosamente, en sus ojos había temor, temor crudo y vivo. Esperaba que la mujer no la odiara, si no fuera así ni siquiera su familia podría salvarla de la ira de esa mujer...