El teniente de la Nebulosa Oscura miró con horror la visiplaca.
¡Por todas las Galaxias al galope!
Tendría que haber sido un aullido, pero en lugar de ello fue un susurro. ¿Qué es eso?
Era una nave, pero parecía un cachalote comparado con el boquerón de la Nebulosa Oscura; y en el costado estaba la nave espacial y el Sol del Imperio. Todas las señales de alarma de la nave sonaron histéricamente.
Se cursaron las órdenes, y la Nebulosa Oscura se preparó para escapar si podía, y luchar si debía mientras que abajo, en la sala de ultraondas, un mensaje salía a toda velocidad a través del hiperespacio hacia la Fundación.
¡Una y otra vez! En parte, una petición de ayuda, pero principalmente un aviso de peligro.