Inicialmente, si no fuera por el rechazo de la Joven Madam, su hija tampoco habría decidido suicidarse debido a que sus sentimientos no fueron aceptados. Fue por el dolor de perder a su hija que aceptó la petición de la Familia Nangong, ayudándolos a infiltrarse en la Familia Xiao para robarle a su hija.
Su hija estaba en su mejor momento, con un talento y apariencia geniales, y solo quería ser una concubina del Joven Maestro. ¿Qué derecho tenía ella para detener eso? En este mundo, ¿qué hombre elegiría vivir su vida con una sola mujer?.
Era normal y de sentido común para un hombre tener tres esposas y cuatro concubinas.
"Xiao Yin, estas hablando por lo que pasó con tu hija". Madam Sheng Yue le sonrió a Xiao Yin. "Te diré por qué ahora… Eres un hombre, así que no entenderás cómo nos sentimos las chicas. En su opinión, un hombre debe tener tres esposas y cuatro concubinas y estar rodeado de muchachas, pero yo como mujer, amo a mi esposo, así que no quiero compartirlo con otras. Además, ¿qué ojos usaste para verme detener a mi esposo al tomar otras esposas? Esas chicas fueron empujadas por mi esposo en persona. Mi esposo puede aceptar otras esposas o concubinas, pero yo simplemente elegiría dejarlo después. Si él tuvo el corazón para acoger a los demás, no lo detendré. Y de igual forma, si quiero dejar a la familia Xiao, él no puede detenerme."
Definitivamente no compartiría a su esposo con otras personas en su vida.
Si Xiao Tian Yu realmente la defraudaba, entonces este hombre no era digno de su profundo afecto.
"Yu'er", Xiao Tian Yu caminó hacia adelante y abrazó con cariño a su esposa antes de cambiar su mirada hacia Xiao Yin, quien todavía tenía una expresión terrible. Con una mirada aguda, aclaró, "Lo que Yu'er dijo era correcto, ella no me impidió tomar otras esposas, sino que todo es debido a que no quiero tener una relación con otras chicas. Xiao Yin, has hecho tantas cosas… ¿Crees que te dejaré ir?"
No estaría satisfecho si Xiao Yin y su nieta no murieran. Solo podía matar a estos dos para apaciguar su enojo.
De hecho, Xiao Yin estaba tan enojado que no podía hablar, porque cada vez que pensaba en la muerte de su hija, no podía evitar detestar a esta pareja de Xiao Tian Yu y Madam Sheng Yue. Incluso si el Joven Maestro no quería decepcionar a la Joven Madam, ¿tenía que significar que la vida de su hija no significaba nada?"
Su hija había usado la muerte para forzar su mano, pero él todavía no quería tomarla como su concubina. Incluso si fuera en nombre de un anciano de la Familia Xiao, no debería haberla rechazado.
Si Xiao Tian Yu escuchara los pensamientos de Xiao Yin, habría reído.
¿Si todas las mujeres del mundo usaran su vida para amenazarlo, él las aceptara? Una chica que no atesoraba su propia vida y usaba ese método para obligarlo, ¿por qué debería tratarla con cortesía?.
¡Lo que más odiaba en su vida era ser amenazado!.
Cuando Mu Ru Yue miró a la amorosa pareja, estaba bastante conmovida. Incluso si este continente respetara a los expertos, la posición de un hombre era aún más alta que la de una mujer, por lo que era normal que un hombre tuviera tres esposas y cuatro concubinas, pero las chicas serían tratadas como una zorra si lo hicieran. Por lo tanto, no había igualdad de género en este Continente del Dios Marcial.
Sin embargo, Xiao Tian Yu pudo amar de todo corazón a Madam Sheng Yue, y esto fue realmente conmovedor. Los hombres en este continente que estaban dispuestos a tener una sola mujer en su vida eran una minoría.
Inconscientemente, Mu Ru Yue de repente pensó en el rostro celestial de Ye Wu Chen.
Sin embargo, ella no sabía dónde estaba su hombre ahora…
"Padre, madre, por favor permitirme resolver estos asuntos restantes". Mu Ru Yue sonrió débilmente, acariciando con suavidad la cabeza de la pequeña bestia en su abrazo, diciendo: "Yan Jin, ese viejo fue descortés con mis padres. ¿Que crees que debería hacer?"
Yan Jin de repente levantó su pequeña cabeza, y sus ojos tan negros como un abismo se enfocaron en Xiao Yin, llenos de una descarada y dominante aura mientras observa con desprecio a la multitud ante él…