"Primo…"
Ji Ru Ya miró al hombre que tenía delante. Su mirada transmitía profundo afecto, provocando que sus propios ojos comenzaran a exudar ternura, así que si ella pudiera morir con su primo, entonces estaría completamente satisfecha con su vida.
Sin embargo, la conversación de ambos y la muestra despreocupada de afecto, como si nadie estuviera siquiera a su alrededor, había enfurecido por completo al Emperador de Zi Yue. Con llamas en sus ojos, gritó con furia, "¡Puta, parece que ya nos has traicionado hace mucho tiempo! ¡Que alguien atrape a estos dos bastardos infieles!"
Nadie se sentiría bien, después de ser engañado.
El Emperador de Zi Yue no esperaba que la Consorte Imperial Ya, a quien siempre había estado adorando, tuviera una relación con su guardia personal. Además, ¡los dos aún tenían sentimientos el uno hacia el otro! Incluso en la muerte, su mujer solo puede ser enterrada con él. No permitiría que nadie lo engañara.
Ji Ru Ya cerró lentamente los ojos mientras esperaba la muerte. Sin embargo, no sintió el dolor que había anticipado después de un largo tiempo, por lo que abrió sus hermosos ojos. En ese instante, una pieza de ropa blanca como la nieve entró en su vista.
Mu Ru Yue había levantado su espada para bloquear el ataque de un guardia. Ella le habló a Ji Ru Ya sin volver la cabeza hacia atrás para mirarla, "Señorita Ya, vete con tu primo primero. Puedo manejar esto sola."
"Pero…" Ji Ru Ya dudó.
"¡Rápido!" Mu Ru Ye todavía no había volteado su mirada hacia atrás y continuó diciendo con frialdad: "Solo me distraes estando aquí, además, llévate a Wu Chen contigo también. No te preocupes, ellos no pueden hacerme nada."
"Mu…"
Justo cuando Ji Ru Ya quería decir algo, su primo la levantó con rapidez de la cintura. El resto de sus palabras estaban atrapadas en su garganta.
"Ya'er, lo que la Señorita Mu dijo es correcto, solo la distraemos quedándonos aquí. Vámonos primero, nada le va a suceder."
Una expresión de preocupación aún se mostraba en la cara de Ji Ru Ya. Después de guardar silencio por un momento, volvió la cabeza hacia Ye Wu Chen. "Rey Fantasma, por favor ven con nosotros."
Ye Wu Chen no dijo nada y solo miró a Mu Ru Yue.
Sus ojos, normalmente claros y sin tapujos, se veían tan profundos como la noche, lo que hacía que a cualquiera le costara saber lo que estaba pensando. Ji Ru Ya se sobresaltó un poco cuando miró al actual Ye Wu Chen.
A pesar de que no estaba familiarizada con el Rey Fantasma, ella lo había visto algunas veces, y el hombre que había visto era un tonto con una mentalidad inmadura; sin embargo, el actual él no tenía el más mínimo parecido con un tonto.
Además, si ella no lo percibía mal, un intento asesino estaba… surgiendo del cuerpo del Rey Fantasma.
"Primo, vámonos." Ji Ru Ya apretó con fuerza la mano de ese hombre, pero con un ligero destello de luz en sus ojos, ella continuó, "Vamos a buscar ayuda, recuerdo que la relación entre el hijo del protector general del reino y Mu Ru Yue es buena. Él también la ayudó a reclutar muchos expertos, así que solo podemos ayudarla al irnos. En cuanto al Rey Fantasma…"
Ji Ru Ya miró profundamente a Ye Wu Chen. En este momento, ella descubrió que este hombre estaba envuelto en mucho misterio.
"Él también debería estar bien."
De repente, tuvo la sensación que la apariencia exterior del Rey Fantasma engañaba a demasiada gente. Tal vez fue él quien ocultó sus sentimientos más profundo de esta familia real.
"¡Que alguien los detenga!" El Emperador de Zi Yue vociferó ordenes cuando vio que Ji Ru Ya quería escapar.
¿Quién sabía que antes de que esas personas pudieran llegar a Ji Ru Ya, serían decapitadas con el destello de un par de espadas?.
"¡Yan Jin!"
Siguiendo la llamada de Mu Ru Yue, una pequeña bestia negra se precipitó desde el exterior de las paredes del palacio. Bajo la mirada de la multitud, el cuerpo de la pequeña bestia estaba encerrado en una de niebla negra. Después de que la niebla negra se disipó con lentitud, apareció un hombre vestido de negro…