El nombre no me sonaba en absoluto y eso podría ser bueno, si no eres parte de los mas famosos, puede que estés limpio de pecado o por lo menos hacia nosotros.
Como tal decidí echarles una mano.
- Matad a placer, con dos condiciones, no quiero heridos y no matéis a nadie de la caravana, como mucho dejadlos morir por su estupidez, en su lucha contra las bestias. No somos ángeles de bonanza, no nos arriesgaremos por nadie que no sea de los nuestros – Todos asintieron y se lanzaron al combate, era una buena oportunidad para acostumbrarnos a cazar bestias.
Yo mientras comencé a caminar hacia la caravana, para ser mas exacto, hacia el anciano.
La caravana constaba de una variedad de especies, pero la mayoría eran monos de pelo amarillo, sin mucho en especial, pero muy inteligentes y con ciertas habilidades, son comerciantes y tasadores natos. El anciano también era de esta raza.
Luego los guardias constaban de razas diversas, hombres lagarto, kobolts y 5 soldados muy especiales, minotauros.
Una raza especializada en la guerra y la herrería, ademas de que no es fácil cumplir todas las condiciones que llevan a esa evolución.
Aparte de ello, quitando los carros rudimentarios, solo los minotauros tenían algo de armadura metálica y sus armas de raza, una larga hacha y extremadamente pesada.
Los demás guardias de la caravana, como mucho usaban armaduras de pieles y armas rusticas, con alguna parte metálica con suerte.
Los mercaderes tenían ropas, algo mejor hechas que la media, eso mostraba que su alianza estaba en un buen momento.
La caravana en formación circular, estaba a la defensiva contra los dos clase bestia, mientras que los míos comenzaron a cosechar las almas de todos los raptores y algunos bueyes de tres cuernos.
En mi camino al circulo de carros, solo mate a tres raptores intrépidos, en mi caso yo utilice otro método diferente al usado por Velona.
Usando las cadenas en mi cola pude perforarles desde la boca al cerebro, ya sea que la tuviesen abierta o cerrada, era indiferente, las colas, al contrario que las cadenas invocadas, son como una parte de nuestro cuerpo, como si tuviesen músculos y ligamentos con los que impulsarse o dirigirse.
En el instante en el que mi cola se movía, había un raptor que había muerto sin saber el como, rápido y certero.
Saun también tenia un método parecido, el se colocaba destaras de los raptores y su cola/cadena, perforaba la garganta o la sien, dejando un cadáver casi intacto.
Luego estaban Velona o Pelé, ellas disfrutaban aplastando a sus victimas, después esta Gal o Caronte, ellos mueven tan rápido sus cadenas que son capaces de cortar el cuello delgado de los raptores.
También había ciertos problemas por un loco sádico y hambriento por el conocimiento, Baltasar estaba jugando con ellos, ajeno a todo peligro, estaba clavando sus cadenas en varios objetivos, probando método tras método para ver cual los mataba o torturaba mejor. Dejando a las pobres criaturas gritando de dolor y terror.
Aunque la peor fue Lilith sin duda, yo solo le eche un vistazo y no quise mirar mas, da igual lo veterano que sea uno, se le revolvería el estomago igualmente con solo un vistazo. Era tan atroz, que muchos de los caravaneros tenían la tez blanca y se escuchaba vomito, tras vomito dentro de los no combatientes.
Solo para referencia, ella no estaba usando ni las cadenas.
Tras un par de minutos de caminar tranquilamente sin que ningún enemigo viniese tras de mi, llegue al circulo, luego me subí en uno de los carromatos y me senté tranquilamente, ellos se ocuparían de las clase bestia o por lo menos hasta que los míos terminasen con los demás o decidan dejar de jugar.
Me dirigí al anciano y este me miro, el mantenía bien el porte ante esta situación, pero con mi zona segura pude notar el ligero temblor que tenían sus manos, escondidas en su espalda, dándole un disfraz de porte digno.
- Bueno señores comerciantes, ¿a donde van? - Mi actitud relajada parecía dolerles, la razón...
En el centro podía ver varios cuerpos tendidos en el suelo, no los conté, pero eran mínimo una docena, todos con la similitud de llevar una manta encima, algo muy caro a mi parecer, pero respetable, esto ya me dio una pista de que sus lideres no podían ser jugadores o serian jugadores muy amables. Aparte de esa similitud, todos los cadáveres tenían sus diferencias, algunos parecía faltares extremidades o directamente manchas de sangre enormes en la manta, lo que demostraba lo inmensa que era la herida recibida, otro punto eran los bultos y tamaños, algunos parecían no tener muchos veranos encima y otros no podrán vestir de blanco.
Así era la vida, frugal y codiciada, a la vez que eterna y despechada.
Era normal que incluso alguno de los parientes de las victimas me mirasen con un fuerte lívido, un deseo de destrozarme por mi parsimonia, ante esta situación.
En ese momento, el anciano levanto una mano en el aire, para detener a cualquiera de decir nada, parecía darse cuenta de que muchos de los que estaban detrás de el no estaban de acuerdo ante mi tranquilidad.
- Joven señor, estamos de camino a la ciudad de la emperatriz sirena, como puedes ver somos mercaderes, nuestra alianza Leprechaun esta formada por tribus nativas y varios inmortales, con el deseo de crecer y protegernos hemos formado un pueblo mediano, a unos 300 kilómetros al sudeste – Parecía que el también tenia cierta renuencia a mi actitud, pero justamente a mi espalda estaba Lilith divertiendose, obligándolo a ver esa escena cada vez que me miraba, he de decir que este anciano tiene un buen estomago.
Con ciertas dudas, el pregunto por nosotros, a lo que respondí sin ningún problema.
- Somos un grupo nómada, como puedes ver nos especializamos en el combate, debido a que hemos viajado mucho, nos apetece asentarnos, aunque sea por un tiempo y estábamos pensando en ir a ver a la pequeña emperatriz y ofrecer nuestros servicios como mercenarios – Cuando termine de hablar pude ver un brillo en los ojos del mono anciano, también un toque de terror.
- Por como ha llamado a la emperatriz sirena significa que usted es un soñador o un inmortal, ¿podría decirme cual de los dos casos es? - Ahora era yo quien tenia un brillo en los ojos, no esperaba ser atrapado por un nombre, aunque tampoco había nada malo en decirlo.
Mono listo
Mi respuesta fue obviamente agradable para los oídos del mono y los presentes, era tendencia la actitud beligerante y condescendiente de los jugadores a los nativos, mientras que los inmortales eran mas amables hacia ellos, dando un gran estigma social y incluso una semilla de racismo en los grupos de nativos.