Por la mañana, Sun Hee se despertó confundida.
Se había olvidado completamente que habían cambiado de casa, se asustó durante unos segundos al darse cuenta de que no sabía dónde estaba.
Luego comenzó ha reírse cuando se acordó de que habían cambiado de casa.
Mientras intentaba abrir los ojos completamente se dió cuenta de que al lado suyo todavía estaba su esposo.
Ella seguía apoyada en el brazo de él como si fuera una almohada, pudo dormir tranquilamente toda la noche. Antes, pensaba que no podría dormirse ya que para ella sería demasiado incómodo.
Pero finalmente, sintió que era cómodo y se durmió enseguida.
Incluso ella estaba asombrada, disimuladamente miró el rostro de su esposo, quería ver como se veía él durmiendo.
—¿Qué estás mirando?—preguntó él mientras miraba fijamente a su esposa.
—N-nada, ¿porqué nunca me avisas cuando te despiertas?
Seong-Jin ignoró su pregunta, ¿cómo se atrevería a decir que no la despertaba porque le gustaba observar el rostro de ella mientras dormía?
—Quita tu cabeza, es incómodo y pesa mucho.
Sun Hee se percató de que todavía seguía apoyada en su esposo.
Inmediatamente apartó la cabeza y seguido de eso se levantó.
Seong-Jin no tardó en repetir lo mismo que su esposa, se levantó y caminó hacia la puerta del dormitorio.
Antes de abrir la puerta, se acordó de algo y se lo dijo a su esposa inmediatamente.
—Min Ho y Shaoran ya han llegado, están en la sala.
Después de decir eso, salió de la habitación.
Sun Hee sonrió al escuchar aquello, finalmente podría ver otra vez diariamente a esos dos.
Ella también salió de su dormitorio, bajo las escaleras y fue corriendo vigorosamente hasta la sala principal.
Cuando vio a Min Ho y Shaoran sentados tranquilamente en el sofá... Sintió una alegría inmensa.
Enseguida, ellos dos también vieron a la señorita, la saludaron con la mano y no duraron en devolverle la sonrisa.
Lo primero que dijo Min Ho fue algo que lo estaba atormentado demasiado:
—Señorita, ¿porqué usted tenía el teléfono del joven amo?
Shaoran no sabía eso, cuando lo escuchó abrió los ojos como platos y miró alrededor para comprobar que no estaba su hermano.
—Bueno... Escuche que él os había echado.
Fue mi culpa, ya que yo fui la que te mando que fueras con Shaoran.
Me enfade y le quité el teléfono.
—¿L-le quitó el teléfono? Señorita, ¿el joven amo no le dijo nada?
—No.
Min Ho intentó contener la risa, pero... No pudo evitar imaginarse al joven amo sentado y observando como su esposa miraba su teléfono.
—Jaja, señorita por favor no vuelva a hacer eso. Bueno... Al menos hágalo cuando yo este presente.
Shaoran asintió también, el quería ver el siguiente ataque de la señorita.
Min Ho quería planear algo que hiciera que Seong-Jin se avergonzara, quería hacer una pequeña venganza por haberlo echado de la casa.
—Señorita, ¿porqué no preparamos el siguiente ataque?
—¿El siguiente ataque?—repitió Sun Hee curiosa.
Min Ho asintió con una malévola sonrisa en la cara.
—Exacto, seguro que el joven amo le ha echo pasar por situaciones muy vergonzosas, ¿porqué no intenta hacer lo mismo usted?
Sun Hee arqueó una ceja, primero quería negarse, pero luego recordó lo avergonzada que estuvo durante toda la noche anterior.
—Esta bien, pero no quiero nada de contacto físico.
Min Ho hizo una expresión triste, acababa de arruinar el maravilloso plan que tenía.
No quería rendirse, poco después se le ocurrió otra idea menos eficaz pero capaz de avergonzar al joven amo.
Shaoran parecía poder leerle la mente a Min Ho, inmediatamente se levantó y fue a la cocina para poder revisar si estaba todo lo necesario.