Cuando finalmente prepararon el avión, Seong-Jin pudo subir.
Quería llegar lo más rápido posible y ayudar a su esposa.
Estaba confuso, antes, cuando escuchó la temblorosa y débil voz de su esposa, no pudo evitar sentir un pequeño dolor en el pecho.
Se arrepentía de haber ido ha ese viaje, sabía que si no hubiera ido nada de esto estaría pasando y todo seguiría bien.
Ahora solo podía esperar, todavía le quedaba casi una hora de viaje.
El tiempo que pasaba encerrado allí dentro sin poder hacer nada era realmente inaguantable.
—Joven amo, hay un nuevo problema.
El Sr. Zheng esta muy decepcionado y enfadado, esta es la segunda vez que falta ha una de sus reuniones y parece que esta vez no lo perdonara—explicó su asistente mientras le servía una copa de vino para intentar calmarlo.
—No me importa—dijo Seong-Jin mientras apartaba la copa de vino.
El Sr. Zheng era uno de los mejores empresarios del país, llevaba haciendo negocios con Seong-Jin desde hace mucho tiempo, incluso se podría considerar que fue uno de sus primeros compañeros.
—Joven amo, debería firmar el contrato que le ofreció hace unas semanas el Sr. Zheng, él lleva mucho tiempo esperando su respuesta, no debería hacerle esperar—sacó una carpeta de su maletín.
Seong-Jin observó durante unos pocos segundos aquélla carpeta, luego se la arrebató con fuerza a su asistente.
Seong-Jin miró con el ceño fruncido una última vez a su asistente, poco después destrozó lentamente el contrato que había dentro de la carpeta, parecía disfrutar de aquello.
Luego, le devolvió la carpeta con el contrato destrozado a su asistente.
—Quiero que tú vayas hasta donde esta Zheng y le devuelvas eso.
—J-joven amo, pero entonces tendré que volver a subir en el avión solo para devolverle el contrato al Sr. Zheng.
—Exacto.
El asistente miró el contrato destrozado y suspiró, ¿tan enfadado estaba el joven amo?
Ahora tendría que esperar ha que terminara el vuelo y después volver a repetir todo el viaje.
Con la energía por los suelos, se alejó todo lo posible de Seong-Jin y fue a sentarse en uno de los sillones que estaban al fondo.
Seong-Jin no paraba de mirar su teléfono, observaba cómo iban pasando los minutos, aquello era interminable.
Sentía que estaba atrapado en un bucle.
Quería saber que estaba haciendo su esposa, y si la situación seguía empeorando.
No podía evitar preocuparse, intentaba imaginar como reaccionó ella cuando conoció a su hermano, sabía que estaría enfadada por haberle ocultado algo como eso.
Lo único que podía hacer ahora era esperar, la única persona capaz de arreglar la situación durante un rato era Min Ho.
***
Sun hee seguía sentada en uno de los escalones de la escalera, tenía la cabeza apoyada sobre sus manos y mientras miraba sus rodillas pensaba en su esposo, deseaba que llegará ahora mismo, se acordó de que por culpa de sus nervios se le olvidó por completo preguntarle cuando llegaría.
Poco después, se levantó rápidamente y miró detalladamente ha las personas que estaban en el amplio salón, era como si fuera una detective apunto de resolver uno de los crímenes más difíciles.
Bajo por las escaleras y fue hacía donde estaba Min Ho.
Esta vez, nadie impediría que intentara ayudar.
Enseguida Min Ho noto que ella se acercaba a él, antes de que él pudiera decirle que porque estaba allí, escuchó como Sun hee le susurró algo.
—Seong-Jin dice que vendrá lo más rápido posible.
Min Ho se sorprendió cuando se dió cuenta de que la señorita había llamado al joven amo.
Asintió con una sonrisa, luego le dió unas palmaditas en la cabeza como agradecimiento.