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Chapter 14 - Capítulo 13

¿Adivinen que día es hoy?

¡Lunes!

Jamás había amado tanto un lunes, el clima está soleado, hace un poco de brisa, justo el día perfecto para hacer cualquier cosa.

Amo los lunes.

Si, lo sé, estoy un poco rara, pero mis días han sido increíbles después de que fui a la playa con Tae.

¿Alguna vez han sentido esa recarga de adrenalina que te ocurre cuando recuerdas algo que te hizo feliz? De una manera u otra quieres dar mil saltos y bailar por todo el lugar, hacer actividades arriesgadas que antes no habías hecho como saltar de un helicóptero con paracaídas, intentar practicar trapecio todo con el fin de descargar la emoción, o en términos menos extremos, sonreír como una tonta y cuando tratas de ponerte sería simplemente no puedes.

Al menos eso sentía yo, había un montón de fuegos artificiales en mi estómago que me provocaba un sin fin de sensaciones inimaginables. Ese era el efecto que causaba Kim TaeHyung en mi mente, corazón y cuerpo entero. La noche en el hotel fue inolvidable, él me propuso ser su novia así que ahora lo somos oficialmente, lo que más me gustó fue el hecho de conocerlo mejor, todo eso fue más allá de solo sexo. Conocimos lo que nos encantaba y disgustaba, le tenía demasiado afecto y cariño, llevábamos poco tiempo juntos, lo sé, pero, según un artículo que leí en internet sobre datos de curiosos, enamorarte de una persona tarda, nada más y nada menos, que cuatro minutos, con TaeHyung compartí más de cuatro minutos, por lo que puedo asegurar que estoy con el chico correcto. No quería pensar en qué pasaría cuando nuestro jefe se enterará esto, de todas formas no me importó, mi novio me daba fortaleza para arriesgarme a cualquier cosa. Esa es la razón por la cual, al irme a dormir todas las noches en la cama no podía evitar sonreír y suspirar antes de cerrar mis ojos y rememorar el maravilloso fin de semana que tuvimos.

— Brianna, anoche me cogí a mi jefe— dice May sacándome de mi ensoñación.

— ¿Ah sí? Que lindo— murmuro dando vueltas en mi silla.

— ¿Estás de acuerdo con que me haya follado a Kim NamJoon?

— Espera, ¿qué? ¿Lo hiciste?

— ¡Claro que no! Esta como se quiere, pero no.

— ¿Entonces por qué lo mencionaste?

— ¡No me prestabas atención! Te estaba hablando y tú parecías que te fuiste a Narnia.

— ¿Sobre qué estabas hablando?

Y nuevamente ella me comenta sobre el reciente chisme, el novio de JiEun la dejo, le fue infiel con otra persona, fue a pedirle disculpas a Hyuna por lo que le hizo, ya que ahora sabe lo que se siente, la rubia la perdonó y le aseguro que si necesitaba a alguien que la escuchará ella estaría ahí, después de todo Hyuna es feliz con Dawn y no había rencor entre ellas, aunque May se niega a dejar que Hyuna traiga a JiEun al grupo, todavía desconfía de ella.

En cuanto a mi pelirroja amiga, siempre trae a su hija al trabajo, nadie se queja y RaHyun tampoco, pues le gusta ser el centro de atención aunque jamás falta la perra envidiosa que se va de sapa lamberica a acusarla con el jefe como una niña de primaria, ¿y cómo no? Después de lo que pasó la otra vez en la oficina de May, Kim NamJoon está más estricto que nunca y hace caso a las quejas de las demás.

"— Si tanto te molesta, entonces consígueme a la mejor niñera de esta ciudad y después hablamos."

Esas fueron las palabras de May hacía NamJoon y las chicas. Claramente el jefe sabe lo que tuvo que hacer ella para quedarse aquí, por lo que yo opino que él no tiene derecho a tratarla así.

— Hey, es nuestra hora de almuerzo— anuncio revisando la hora en mi celular.

— No entiendo cuál es nuestro trabajo si de vez en cuando solo hablamos, es más, siento que nos dan el dinero haciendo nada— comenta mi amiga caminando hacia la puerta de la oficina con la bebé en sus brazos.

— Ah-ah, a mí no me metas, eres tú la que se la pasa hablando con todo el mundo— nos vamos dirigiendo a la azotea del edificio en donde está el área de almuerzos.

— ¡Entiende! Para mí, hablar es como respirar, ¡Si no hablo con alguien me muero! Tú eras igual

Ambas llegamos al dicho lugar, Hyuna ya se encontraba ahí, nosotras sacamos nuestros almuerzos y empezamos a comer. Al rato se nos unieron Dawn y TaeHyung, May se había cansado de tener a su hija en brazos así que entre los chicos se turnaron para cargarla.

Mi celular empieza a vibrar varias veces así que lo reviso exasperada, ¿quién tiene la urgencia de mandar mensajes? Sé que YoonGi no es porque debe estar durmiendo o viendo una película, a parte de él no tengo a nadie más.

Número desconocido:

Espero que estés gozando bien tus días junto a tu persona favorita, pronto todo va a acabar zorra, disfrútalo mientras puedas.

Yo:

¿Quién eres?

Yo:

¿De qué estás hablando?

Yo:

Disculpa pero no te conozco.

Número desconocido:

Owm... ¿no te dijo?

Yo:

¿Quién debería decirme qué?

Número desconocido:

Tienes 10 días, aléjate antes de que la cuenta regresiva acabe.

Miro extrañada el aparato ante las últimas palabras escritas que hay en este, ¿de quién debería alejarme? Sacudo mi cabeza levemente olvidando lo reciente, de seguro es alguien que se equivocó de número.

— ¿Estás bien, cariño? Ya se está enfriando tu comida... Y yo tengo hambre— dice TaeHyung mirando mi plato.

— Come tú, en estos días no me está dando tanto apetito— acarició la mano de mi novio por encima de la mesa para tranquilizarlo.

— Si tú lo dices... — sonríe emocionado empezando a comer— aun así te dejare parte de la comida, debes alimentarte.

— Bien, lo haré.

Cuando mi jornada laboral termina me dirijo a la salida esperando a May para que me llevará a mi apartamento, pues ella recientemente compro un auto, sin embargo, después de una hora de espera en la que aguanto el frio del carajo aun usando una chaqueta acompañada de la sensación de estar siendo observada, ella jamás aparece, por lo que con un suspiro saco mi teléfono para llamarla.

Uno, dos, tres tonos. No contesta.

Echo una ojeada a mí alrededor para verificar que nadie me esté mirando, pues la alarma en mi cerebro no para de indicarme con un gran letrero que algo malo va a pasar.

Hago una mueca y vuelvo a llamar cerca de diez veces, me rindo cuando empiezo a imaginar que me olvido y justo ahora ha de estar en algún lugar con RaHyun. La lista de personas que me podrían ayudar con el transporte en estos momentos es muy limitada, por lo que todo se reduce a una persona.

Mi esposo falso, Min YoonGi.

«Vamos, bebé, no me falles ahora»

— ¿Diga?— escucho la voz ronca de YoonGi.

— Hola guapo, ¿estás ocupado?— pregunto cruzando mis dedos esperando que no sea así.

— Bueno yo-

— YoonGo Bongo, ven, no te esperaré toda la noche— dice una dulce y suave voz masculina en el fondo.

— JiMinnie en un momento iré contigo, es la loca de la que te hable— responde con voz baja.

— ¡No soy una loca!— exclamó ofendida—. Un momento... ¿JiMin?

— ¿Brie?

— Apestosa, me tengo que ir, estoy ocupado— dicho eso corta la llamada.

JiMin, YoonGi.

YoonGi, JiMin.

Min YoonGi, Park JiMin.

Minimini.

JiYoon, YoonJi.

MinYoon.

¿YoonMin?

Inflo mis mejillas guardando el celular en el bolsillo de mi abrigo, procesando la información que acababa de descubrir y lo impresionante que puede llegar a ser el mundo a veces. Sacudo mi cabeza con una leve sonrisa alejando las preguntas que me formulada por el reciente suceso, aun me falta llegar a mi apartamento y estando ahí podré hablar con YoonGi, si es que no está ocupado.

Con un suspiro decido pedir un taxi, para mí suerte venían tres en camino y aunque uno pasó de largo ignorando mi llamado, el segundo paro frente a mí.

— Buenas noches, señorita— saluda el conductor. Que raro, su voz se me hace familiar.

— Buenas noches, me puede llevar a- — me interrumpe mientras busco mi billetera y las llaves de mi hogar.

— Se en dónde vives, Brianna.

Me quedo congelada en el asiento, no tenía idea de cómo supo mi nombre, mucho menos en donde vivía, quería mirarlo a la cara pero mi cuerpo no me lo permitía. Un suspiro de alivio salió de mi boca cuando es él quien se voltea para verme, haciéndome levantar mi rostro y dejándome aún más impresionada.

— ¿Mark? No sabía que eras taxista— relajo mi cuerpo apartando toda tensión antes causada.

— Si, bueno... Es complicado— se limita a decir y avanza el auto.

Asiento con mi cabeza mientras él me ve por el retrovisor.

— Así que... ¿Ya estás en una relación?— pregunta Mark deteniéndose en el semáforo en rojo.

— Si, con el chico del otro día— respondo volviendo a sentirme incómoda.

— Supuse que era con él, ¿es fotógrafo, no? Dile que debería tener cuidado, hay un maniático suelto en las calles, según la policía mata a toda clase de fotógrafos.

— Ya me había enterado de eso, la mayoría en el trabajo están preocupados pero no creen que entre las personas que hay los maten específicamente a ellos.

Y era verdad, entre un montón de fotógrafos que hay, existe una poca probabilidad que le haga daño a uno de mis compañeros, aunque eso no quita que estén por completo relajados, cualquier cosa puede pasar.

— Vi a May la otra vez con un bebé— hace el comentario, a lo que yo sonrió.

— Decidió adoptar una bebé, es feliz con ella— el conductor se ríe, aunque yo tampoco digo nada, May era la menos esperada a tener un hijo primero.

— Perdón, pero no me imagino a la pelirroja con una pequeña criatura.

— Descuida, no es tan mala, es buena madre de hecho, siempre se asegura de que su bebé esté bien.

Seguimos hablando hasta que el ambiente se vuelve mejor, él me cuenta que ya tiene prometida, pronto se van a casar, eso explicaba las veces que veía a una chica ir a su apartamento, la sonrisa en su rostro cuando se miraban era notable. Minutos después, llegamos al edificio, Mark estaciona el taxi y ambos nos metemos al ascensor.

— Te quería invitar a la boda, May también puede ir si quiere al igual que tus amigos.

— No creo que sea correcto invitarme.

— Deja el rencor, Brie, yo ya lo supere y a mi novia tampoco le molesta, deberías ir.

— Lo pensaré— bajamos del ascensor dirigiéndonos a nuestros respectivos hogares.

Número desconocido:

Te estoy vigilando, Brianna, ten más cuidado.

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