Aarón le ofreció caballerosamente su brazo a Alejandra y ella lo aceptó con gusto. Le parecía gracioso que este hombre fuera tan caballeroso sin importar la situación, además que contrastaba demasiado con su imagen despreocupada y desaliñada. Aunque admitía que no era una mala combinación.
Caminaron por las calles por un rato hasta llegar a una tienda de conveniencia, donde compraron unas aguas, botanas y varias cervezas para Alejandra.
Aarón cargó todo caballerosamente el resto del paseo y en el camino de regreso.
Entraron en la oficina y Alejandra llevó las cervezas al refrigerador, puso las aguas en la mesa de centro, destapó una cerveza y comenzó a beberla.
-¿Vas a beber desde temprano y mientras trabajas?
-Solo es para hacer el trabajo menos pesado, no es como que me vaya a emborrachar mientras trabajo. Y ya no es tan temprano, este es el momento del día en el que hace más calor, así que me refresca para seguir con energía.
-Da las razones que quieras, no debes explicarte conmigo, total, estamos en tu casa.
Alejandra se sentó a su lado en el sillón y miró la hoja de ideas que tenía escritas.
Disputas por mujeres
-Encontrar nuevas mujeres
-Hacerlos odiar a la mujer
-Conseguirles stripers
-Hacerlos recordar su amistad
-Llegar a un acuerdo sobre conquistar mujeres
Alejandra se sintió sorprendida y molesta al mismo tiempo después de leer los consejos escritos en la hoja.
-¿Qué se supone que significa esto?
-¿Qué cosa?
-Esta lista, ¿por qué solo escribiste cosas al azar? Pensé que me ibas a ayudar en serio.
-Lo estaba pensando en serio cuando escribí esas sugerencias.
-¿Cómo es esto serio? Lo único de valor que escribiste fue lo de hacerlos recordar su amistad, ¡todo lo demás es pura basura!
-¿Cómo basura? ¿Qué no sabes que la única manera de que un hombre olvide a una mujer es encontrando otra mujer que sea de su interés?
-Pues que simples.
-No somos simples, solo nos comportamos de manera diferente a las mujeres, obviamente. Ustedes siempre buscan complicar las cosas y si no son víctimas de la situación no se sienten a gusto. Los hombres conocemos el problema y aunque es verdad que a veces somos testarudos y buscamos resolverlo solos, lo cuál es complicado a veces, por lo menos no buscamos complicarlo más. ¿Para qué queremos hacer más complicado un problema que ya nos está causando problemas?
-No nos gusta hacernos las víctimas, o al menos no a todas. Y a los hombres también les gusta jugar el papel de víctimas a veces, no puedes negar eso.
-Sí hay hombres así, pero aún a ellos no los verás complicando las cosas.
-Bueno, está claro que no vamos a coincidir en este asunto. Ahora sé que no debí pedir tu ayuda, tus ideas no me sirven para resolver el problema.
-Un hombre te está dando ideas de como resolver el problema de otro hombre y dices que no te sirve, ¿acaso crees que tu forma de solucionar el problema le va a servir a un par de hombres? Con esa mentalidad que tienes no hay manera de que comprendas los problemas de un hombre.
-No sé como piensa un hombre pero estoy segura de que mi manera de resolver las cosas siempre ha sido buena, funciona tanto para hombres como para mujeres. A veces los hombres deben dejar que las mujeres les den consejos, le evitaran futuros problemas.
-¿Cómo cuales?
-Si les presento a otras mujeres solo para que olviden la anterior, ¿qué pasará cuando no funcione con esas mujeres?
-¿Lo dices porque esperas que fallen sus nuevas relaciones? ¿O me estás diciendo que para evitar que vuelva a suceder el incidente les vas a prohibir tener contacto con otras mujeres?
-Claro que no, pero creo que fortalecer su amistad para que no se rompa solo por la presencia de una mujer es una buena opción.
-Y ¿cómo vas a hacer para que olviden a la mujer anterior?
-Aún no pienso en eso.
-¿Por lo menos sabes la razón exacta por la que se pelearon?
-Supongo que por problemas amorosos si fue por una mujer.
-Aunque haya sido por una mujer la razón que dio pie a la pelea pueden ser muchas, si no tomas en cuenta eso ¿cómo esperas tomar la mejor decisión?
-Entonces iré a preguntarles.
-¿Crees que te contaran sus peleas y motivos tan fácilmente?
-Les diré que quiero ayudarlos y a su empresa, todos quieren que sus problemas se resuelvan.
Aarón suspiró fuertemente mientras agitaba la cabeza.
-¿Qué, tienes algún problema con lo que dije?
-No escuchaste nada de lo que dije, ¿cierto? Recuerdo haberte dicho que a muchos hombres les gusta resolver los problemas ellos mismos. ¿Crees que van a aceptar alegremente que llegue una mujer a decirles que viene a resolver sus problemas y que solo se sienten a ver como solucionas rápidamente todo lo que les ha tomado hasta ahora resolver? Si no han podido hacer las pases hasta ahora a pesar de las pérdidas que ha tenido su empresa, está claro que ambos son testarudos, no van a cooperar tan fácilmente contigo.
-¿Entonces qué sugieres que haga?
-Dales alguna excusa para reconciliarse. Si no les das algo que les dé la oportunidad de actuar como que no tuvieron otra opción, entonces no resolverás el problema tan rápido.
-¿Qué son? ¿Niños? ¿Por qué no pueden los hombres disculparse y reconciliarse fácilmente? ¿Deben ser tan testarudos?
-Bueno ya sabes, las mujeres tienen emociones y nosotros el orgullo. No podemos hacer nada por entendernos sin aceptar nuestras diferencias.
-Bueno, trataré de investigar más la razón de su pelea sin preguntarles a los involucrados.
-Ahora sí te estas tomando los problemas de los hombres más en serio.
-Entonces, eso significa que ya no necesito tu ayuda de momento. Ya te puedes ir.
-Me usas y ahora me corres. Pero que poca consideración por los demás.
Aarón hizo una cara divertida pero no se movió de su lugar ni mostró intensión alguna de hacerlo.
-Eres insoportable, ¿lo sabías?
Aarón lanzó una amplia sonrisa y se puso más cómodo en su lugar.
-Bien, puedes quedarte ahí todo lo que quieras mientras no me molestes. Tengo trabajo que hacer así que no podré atenderte pero si sientes que te aburres, ya sabes dónde está la puerta.
Alejandra regresó a su escritorio para encontrar una manera de evitar que la compañía se encontrara nuevamente con estos problemas en caso de futuras discusiones, pero con su poco conocimiento en estas áreas supo que no podría hacerlo sola, así que desidió volver a pedir ayuda de @srta. finanzas.
Aarón se quedó mirando trabajar a Alejandra y desidió tomar una cerveza para pasar el rato hasta que se quedó sin botana. Se sentó un rato más mientras la miraba concentrarse tanto que no hacía ningún ruido. El silencio y el calor de la tarde terminaron por arrullarlo y se quedó profundamente dormido.
Alejandra terminó de enviar su información y de contarle la situación @srta. finanzas, cuando recordó el consejo de Aarón y se puso a investigar sobre las razones de la pelea entre los dos socios, incluso le pidió ayuda a su amigo hacker para encontrar el perfil de la mujer que había causado el conflicto.
Cuando finalmente levantó la mirada de la computadora se dio cuanta que estaba obscuro a su alrededor, miró el reloj y se dio cuenta que ya habían pasado varias horas. No había sentido el paso del tiempo, se levantó a prender la luz y se sobresaltó al descubrir a Aarón dormido en el sofá.
Alejandra había pensado que con la falta de atención de su parte se aburriría y se iría a su casa, no contaba con que se quedara dormido. Lo miró dormir tan tranquilamente que desidió hacer la cena para los dos antes de levantarlo.
-Aarón despierta, he preparado la cena. Vamos levántate o se va a enfriar.
Aarón sentía que alguien lo jalaba insistentemente, así que hizo un esfuerzo por abrir lo ojos pero no pudo, así que soltó un gruñido grave para que dejaran de moverlo, pero el movimiento no paró hasta que abrió perezosamente los ojos y fue sentado a la fuerza en el sillón.
-¿Qué pasa? ¿Qué quieres? ¿Por qué no me dejas dormir?
-La cena está lista y se va a enfriar si no vienes a comértela ya. Además tienes que regresar a tu casa.
La cabeza de Aarón daba vueltas y se sentía confundido, hasta que la memoria volvió a el y recordó que estaba en la oficina de Alejandra, eso lo hizo despertar por completo. El olor de la comida golpeo su nariz ahora que había despertado por completo, provocando que su estómago le recriminara la falta de alimento.
-¡Oh! La cena, que bien huele. Pues comamos antes de que se enfríe entonces.
Después de la cena Aarón se fue a su casa y Alejandra por fin pudo acomodar el sillón para tener un merecido sueño.