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Chapter 263 - Huir

Estas semanas el chat grupal era bastante ruidoso, me descuidaba unos minutos y ya había cientos de mensajes en la bandeja de entrada. Me quité mis lentes y los dejé en la mesa mientras tallaba mis ojos que estaban cansados de darle el vistazo final a la planeación de la colaboración que tendría con ZYC dentro de unos días. No aparecería de manera publica pero si estaría presente en el evento como acompañante de Mateo quien se encargaría de dar voz en representación mía.

Yo: Creo que esta todo bien.

Mateo: Ok. Les digo que estamos listos.

Deje el celular en la mesa y descanse brevemente mientras cerraba los ojos.

Bzz-Bzz Bzz- Bzz

Abrí los ojos abruptamente al oír que mi teléfono vibraba insistentemente.

- Sash, ¿Puedes traerme un par de libros que están en mi buró? Es algo urgente, los olvide y los necesito para un trabajo. - Tom se escuchaba bastante preocupado.

- Si, si. Mándame el lugar al que debo ir. - Dije con calma mientras me ponía de pie y me estiraba.

- ¡Diablos! ¡Date prisa! ¡Sal de la casa! ¡Olvida los libros! ¡Sal de una vez de la casa por la parte trasera, te mando el lugar en el que nos veremos! ¡Corre! - Se escuchó como si él corriera y abruptamente, a los segundos recibí un mensaje con una ubicación y un mensaje.

Tommy: ¡SAL CORRIENDO YA DE LA CASA! ¡ELLOS VAN A BUSCARTE!

Mi piel se erizó y un sentimiento de pesadez invadió mi cuerpo, reaccioné al oír ruidos fuera de casa. No activé la alarma de seguridad, y si ahora lo hacia se darían cuenta de que estoy en casa. ¡NO HABIA TIEMPO QUE PERDER!

- El refugio. - Guardé mi teléfono en mi pantalón, di un par de pasos torpes que después se convirtieron en una caminata apresurada hacia el almacén. Al cerrar la puerta escuché que había alguien abajo, puse el pestillo y me apresuré a abrir la pequeña puertita del mueble. Gatee a través de este, giré y cerré las dos puertas del mueble para evitar que me encontraran. Me puse de pie y con algo de fuerzas empuje la puerta de seguridad que me encerraba en la habitación secreta.

Saque el teléfono con mis manos temblorosas y me senté en el suelo a oscuras. Se podían escuchar mis latidos y mi respiración agitada.

Tommy: ¿Saliste? ¿Dónde estás?

Yo: En casa. Estaban fuera, estoy escondida.

Tommy: ¡Maldita sea!

Una notificación en el chat grupal me hizo entrar en razón. "Necesito avisar"

Yo: Están en casa.

- ¡Están en esta habitación! - Golpes provenientes del pasillo de la casa me hizo darme cuenta de que no tenía mucho tiempo.

Era cuestión de minutos que descubrieran la habitación secreta. En otras circunstancias pasaría desapercibida porque este mueble estaba oculto entre cajas pero ahora el espacio había sido despejado.

Ash: ????

Alex: ¿Quienes?

Llamada grupal perdida

Yo: No vengan a casa, será mejor que no nos veamos. Puede que los tengan vigilados. Trataré de salir.

Tu ubicación ha sido compartida

Isabella: ¡Espera! ¡Ya enviamos a la policía!

Tom: ¡Sal ya de casa! ¡Traen armas!

Tras leer eso pude oír un disparo seguido de un silencio peligroso.

Me levanté y prendí la lampara de mi teléfono. Busque en una esquina de la habitación un espacio entre la alfombra y la pared. Al encontrarla jale con todas mis fuerzas y vi unas escaleras que daban hacia una ventilación del primer piso. Descendí por ellas no sin antes cerrar la escotilla con un seguro. Me acosté por completo y me arrastre por un túnel pequeño, silenciosamente abrí la rejilla de ventilación. Espere unos segundos para ver si había alguien en el patio trasero pero todas las voces provenían de la segunda planta.

"¡Ahora!" Me di ánimos mentalmente y al salir, corrí a toda velocidad sosteniendo mi celular, abrí la pequeña puerta que daba a una pequeña calle en donde no había nadie. Hui como pude, corrí hasta que llegue al final de la cuadra. ¿Ahora que sigue? Me escondí tras unos contenedores de basura mientras me aseguraba de que nadie me siguiera.

Pude oír una voces lejanas y el sonido de personas corriendo por toda la calle. Tenía dos opciones correr hacia la avenida en donde habrían más personas o adentrarme en el callejón. Los pasos y coces se acercaban más. Mordí mi labio y corrí hacia el callejón, guardé mi teléfono en la bolsa delantera de mi pantalón. Ahora parecía que estaba perdida en este laberinto y me encontraba cansada.

Me escondí detrás de una pared al oír como alguien pisaba un vidrio no muy lejos mío. Trague saliva y cubrí mi boca con mi mano para tratar de ocultar mi respiración.

- No sé donde está. Aquí no veo nada. - Una voz entrecortada sonó por el callejón. Los pasos avanzaron hasta donde yo me encontraba. Mis piernas temblaban y mi miedo acrecentaba. Cerré los ojos con fuerza como si eso me fuera a ayudar a que no me descubrieran.

¡CRASH!

Abrí los ojos y encontré a un hombre vestido de negro tirado boca abajo, estaba inconsciente.

- Vámonos. - Un hombre con lentes negros y camiseta blanca se acercó y tomó mi mano.

- Tu - Murmuré con un nudo en la garganta.

- No hay tiempo. - Me arrastró nuevamente entre callejones, mis pies lo seguían automáticamente, mientras que mi mente observaba fijamente aquel tatuaje de serpiente que se asomaba por su cuello.

- Vámonos. - Llegamos frente a un auto deportivo rojo.

- ¡No! ¡Tu eres el que causo todo! - Intenté liberarme de su mano pero ere inútil, él era más fuerte que yo.

- Yo no hice nada. ¡Vámonos que ya casi se acercan! - Me cargó y metió al auto sin ninguna dificultad.

- Agáchate y cúbrete. Necesitamos salir de la ciudad cuanto antes. - En cuanto me arrojó una sudadera y una cobija arrancó sin siquiera avisar.

- Diles a tus amigos que no te busquen por ahora. Y que no se acerquen a la casa. Cualquiera que aparezca será atrapado por ellos. - Me dio instrucciones mientras cubría mi cuerpo con la cobija sin quitar la mirada del camino.

Lo miré fijamente, pero parecía que no mentía. Mordí mi labio tratando guardar mi ira, saque mi teléfono y pude ver cientos de mensajes que no leí por la urgencia de la situación.

Yo: Logré salir. Estoy con SNAKE. No se acerquen a la casa y pidan protección de la policía. Me comunico en cuanto salga de la ciudad.

- ¿Ya lo enviaste? - Me preguntó mientras miraba por el retrovisor.

- Si. -

- Excelente. - Tomó mi teléfono, de alguna manera o desarmó y lo arrojó por la ventana.

- ¡OYE! - Trate de levantarme pero él lo impidió.

- Nos encontraran si lo seguías cargando. No te haré nada, lo juro por Mía. - La mención de mi madre me dejó congelada.

- Agáchate. - Susurró y unos segundos después unas patrullas pasaron al lado.