--- Louis ---
¿En dónde estoy?¿Qué es este lugar? Miré a mi alrededor y solo había una niebla bastante densa que me rodeaba, di unos pasos para asegurarme que el camino era seguro, instintivamente moví mis brazos para buscar algún objeto del cuál aferrarme porque está situación me ponía alerta, mi respiración comenzó a acelerarse y un hormigeo acompañado de unas leves punzadas en el hombro me hicieron verlo, toqué con mi mano mi pecho para después acercarla hacía mi rostro para ver qué de mis dedos escurría un líquido rojo carmesí.
- ¿Sangre?.- Dije extrañado revisandome para encontrar la herida, el dolor se intensificó y mi visión comenzó a tornarse borrosa, seguí caminando pero ahora con mayor rapidez, no quiera perder el conocimiento en un lugar desconocido.
Tropecé con algo pero logré evitar que me cayera, la presión en mi pecho fue creciendo conforme pasaba el tiempo y mi mano se aferraba con fuerza al hombro herido para evitar que la sangre siguiera saliendo. Una sombra se formó a lo lejos, sin titubear seguí adelante y ví que un árbol enorme estaba ahí, con dificultad me acerque para sentarme y recargarme en su tronco, el cansancio comenzó a hacer de las suyas y aunque intentará mantener los ojos abiertos mi cuerpo se adormeció.
-¡Pst! ¡Pst!.- Oí cerca de mi obligandome a despertar. - ¡Pst!.- Escuché nuevamente, levanté mi rostro para buscar a la persona que me hablaba pero no había nadie, la niebla se había desvanecido pero el cielo estaba nublado.
- Vete antes de que te encuentren.- Susurró alguien del otro lado del árbol.
- ¿Quien eres? ¿Quienes me van a encontrar?.- Respondí mientras me levantaba apoyándome del árbol para no caer.
- ¡Vete! ¡Sigue de frente hasta encontrar el muelle!- Dijo casi gritando, a lo lejos oí disparos y pasos acercándose. -¡Vete! Les diré que te fuiste hacía el otro lado ¡Corre! ¡Debes ir por ella!.- Insistió, quise acercarme para ver a la persona que me hablaba. - ¡No hay tiempo! ¡Ve!.- Los pasos se acercaron aun más y algunas voces me hicieron irme.
- ¿Tú... estarás bien?.- Me detuve para verle.
- Ten... dáselo a ella cuando la encuentres.- Una mano que sobresalió del otro lado del tronco me arrojó una especie de medallón. - ¡Ahora vete!-
Tomé con fuerza el objeto y corrí hacía dónde él me había dicho que fuera, llegué hasta una carretera y justo antes de que continuará con mi caminata una explosión retumbó justo atrás de mí, miré hacía atrás y una nube de humo se alzaba hacía el cielo, era el lugar en dónde estaba esa persona, cuando volví a mis sentidos miré el medallón que estaba en mis manos, era plateado pero justo en el centro había una rosa roja con con unas letras que no podía ver con claridad porque estaban llenas de lodo.
Levanté la mirada y continúe hasta llegar a el muelle en dónde unas luces se aproximaron hacía mí.
Una voz que cantaba mientras me abrazaba me hizo despertar de aquel extraño sueño, no me moví ni di señales de haber despertado porque quería seguir oyendo la canción que me transmitía paz, poco a poco la melodía cambió a ser solo un tarareo que me llevaba a pensar que ella terminaría pronto, así que decidí decirle que tenía una hermosa voz, Sasha se disculpo e intento alejarse de mi pero se lo impedí. Conversamos un poco o algo así intentamos hacer, el que ella estuviera conmigo en estos momentos era una oportunidad que no tendría en mucho tiempo, mi corazón se sintió pesado al pensar que ella se iría tan pronto amaneciera.
- ¿Puedes quedarte a mi lado? - Dije en voz baja aferrándome a ella.
- No sé.- Su respuesta me desconcertó porque estaba casi cien porciento seguro que ella diría que sí, le abracé con fuerza cuando por mi mente paso la idea de que ella no me quería cerca.
-No sé si podré... pero quiero intentarlo.- Las últimas palabras me hicieron relajarme y bajar la guardia, sentí como ella me daba un beso en la frente, una sonrisa se dibujo en mi cara.