Respiré lentamente e intenté calmarme, coloqué el desayuno en la barra de la cocina.
-Siéntate Ash, se va a enfriar la comida.- Ella se sentó tratando de averiguar que planeaba, dejo mi teléfono al lado mio y comenzó a comer en silencio.
Una vez que terminamos de desayunar Ashley se ofreció a lavar los platos, me senté detrás de ella esperando a que hablara pero eso no sucedió, cuando estaba a punto de iniciar la conversación sonó el teléfono de la casa, caminé rápidamente para contestar pero no llegué a tiempo.
-Ven, si es importante volverán a llamar tarde o tempano.- Dijo mi amiga asomándose por la cocina.
-¿Segura? ¿No es necesario devolver la llamada? ¿Que tal y son tus papás?.-Dije mientras caminaba de regreso a la cocina tratando de convencerla de llamar de regreso.
-No creo, mis padres nos hubieran llamado directamente a los celulares, nunca llaman a el teléfono de la casa, si alguien quiere dejar un mensaje lo hará en el buzón.- Sabia que la conversación había terminado cuando ella dijo eso.
-Esta bien, tienes razón.- Me senté de nuevo en la cocina mientras veía como mi amiga lavaba lentamente los trastes, en algunas ocasiones yo saltaba del asiento al observar como casi se caían de sus manos los platos.
-¿Quieres que te ayudé?.-Dije mientras la veía muy concentrada en su labor.
-Solo son 10 trastes, esta bien que sea lenta y que sea pésima para todas las labores de la casa pero tengo mi orgullo eh.- Dijo mientras se reía. -¿No vas a contestarle?.- Pude observar que me miraba de reojo, aunque intentaba ocultarlo la curiosidad la estaba matando.
-Jajaja. Así que por eso estabas muy callada.- Dije mientras ella se encogía de hombros. -Veamos que nos escribió.-
-¿Nos?.- Volteo a verme y en su cara se dibujaba la expresión perfecta para representar la frase "me quede sin palabras".
-¿Acaso no quieres saber?.- Le sonreí y ella soltó una carcajada.
-No es necesario que me digas como ni cuando coquetean los dos, solo hazme saber como te sientes.- Me miro por unos instantes y supe que estaba siendo seria.
-Si, pero yo te contare todo lo que quiera, después de todo no te ocultaría nada, siempre sabemos cuando alguna de las dos se esta guardando algo.- Las dos sonreímos y ella siguió en lo suyo, tomé mi teléfono y lo desbloquee, respiré y abrí su mensaje.
"Hola Sasha, quería saber como te encuentras, quise llamarte pero no creo que fuera correcto dado que es muy temprano y no quisiera interrumpir tu sueño, mejórate pronto"
Sonreí instintivamente al terminar de leerlo y como si el supiera que yo acababa de leer su mensaje recibí otro.
"Oye, de casualidad ¿ya no vives en tu casa?"
Salté del banco y corrí al lado de Ashley para mostrarle el mensaje, una vez que lo termino de leer me miró sorprendida para después decirme.
-Espera... ¿El jefe esta en tu casa?.-