Después de desayunar con Joseph me dirigí a mi habitación para bañarme, una vez que terminé me vestí con un traje negro con una corbata roja, es la primera vez que llevo otro color que no sea negro, creo que después de todo es bueno hacer un cambio.
Salí de la recámara en busca de Joseph, escuché música que provenía del despacho así que entré, al ver lo que ocurría me quedé congelado, mi hermano estaba bailando y cantando mientras colocaba unos archivos en el librero, me recargué en la puerta observando la escena. Pasaron unos segundos hasta que él me vio y dio un brinco.
- ¡Hermano! ¡No aparezcan así de la nada! - Me dijo mientras tocaba su pecho.
-El que no debería de hacer eso eres tú. - Dije mientras caminaba a mi escritorio. -No sabía que eras bailarín. - Dije mientras reía al recordar la gran presentación que había hecho mi hermano hace unos momentos.
-No me molestes. - Dijo Joseph mientras hacía un puchero, él no había cambiado, seguía siendo un niño.
-Jajaja está bien. Vamos a trabajar. Mmm... ¿has oído hablar de la empresa televisiva que tiene problemas financieros? - Dije mientras prendía mi portátil y buscaba un número en mi teléfono.
-Ahh... sí, creo que algunos accionistas se están retirando para evitar pérdidas. - Dijo mientras se sentaba en la silla frente a mí.
-La vamos a comprar. -
- ¡¿Qué?! Espera hermano, ¿Por qué? - Dijo mientras me veía con los ojos abiertos.
-Es una buena oportunidad para nosotros, si la adquirimos podemos evitar gastar de más en anuncios y otras promociones de nuestros productos, además es bueno buscar cambiar y abrirse paso en otras cosas. - Dije mientras escribía el número en un papel y de reojo vi que mi hermano no estaba convencido con lo que yo acababa de decir. -Ya revisé y sé en dónde está el problema, al comprarla lo solucionaremos y en menos de 3 meses estará como nueva... ¿Cuándo me he equivocado? -Dije dándole el papel en la mano. - Agenda una cita con su director para hoy en la tarde, antes de que otros se nos adelanten.
-Está bien, yo me encargo, confiaría y te seguiría con los ojos cerrados a todos lados. - Dijo mientras salía del despacho y marcaba el número.
Me quedé un poco más en mi oficina a revisar unos documentos y enviar correos a mis futuros socios, cuando vi la hora en el monitor del computador me puse de pie y guardé mis cosas, era hora de ir a la empresa, hoy tendría que cerrar un trato con un escritor que me fascinaba, tenía que lograrlo costara lo que costará.
Cuando salí del despacho le avisé a mi hermano, antes de irnos me despedí de los que antes eran mis empleados y me entregaron las llaves de la casa. Eran cerca de las 9:30 de la mañana cuando llegamos a la empresa, bajé del carro y le di las llaves a el empleado que los guardaba en el estacionamiento, caminé rumbo a la puerta y entré sin más, pude observar cómo los empleados se paraban y me saludaba, y como de costumbre yo solo asentía, esperé a mi hermano en el ascensor, una vez que llegó ambos lo tomamos para ir a nuestras respectivas oficinas.
Estuve un tiempo revisando prototipos para los nuevos productos que se lanzarían, estaba tan concentrado que no escuché cuando mi hermano y Sebastián entraban a decirme que era hora de ir a la junta con el escritor, estaba ansioso y por alguna razón me sentía nervioso, antes de llegar a la sala donde cerraríamos el trato decidí ir al baño en donde me lavé la cara para despejar mi mente, me paré derecho e inhale, cuando estuve listo salí. Estaba a punto de abrir la puerta y entrar a la sala cuando un nerviosismo me invadió, sequé el sudor de mis manos en mi pantalón y abrí la puerta.
-Buenas tardes. - Dije sin mirar a mi alrededor y caminé a mi asiento, cuando levanté la cabeza para saludar a el escritor y a su representante mi corazón comenzó a latir fuertemente, estaba un hombre de traje y al lado una hermosa joven pelirroja... era Sasha.