Llovía... mi madre para variar no estaba en casa. Yo estaba sentado frente al escritorio; ya había acabado con mis deberes... decidí salir a caminar... aunque eso implicara mojarme entero.
En el centro habían muchos jóvenes universitarios en busca de aventuras
Me acerqué hasta llegar al frente de él.
- ¿Hola? ¿Okami?-
Levanto la cabeza.
- ¿Sasaki? (...) Hola- se sacó el tapa boca que llevaba- ¿Que te trae por aquí?
- Nada (...) solo camine y termine en este lugar, ¿y tú?-
- vivo por aquí cerca (...) me aburría en mi casa y vine a perder el tiempo aquí- sonrió ligeramente.
- oh (...)-
El silencio cubrió la escena... no era incómodo, Okami desprendía una sierta confianza... bueno eso era lo que yo lograba sentir.
- nos resfriaremos si seguimos en la lluvia-
- a mi no me interesa enfermarme- dije mirando las nubes oscuras- ¿quieres caminar un poco?-
Asintió con la cabeza.
Caminamos por los senderos del parque... el ambiente era espeluznante. Los frondosos árboles tapaban toda entrada de luz... el viento tenía un papel especial cantaba una melodía que no podría explicar.
Me quedé solo un poco atrás... quería capturar el momento.
-¿Que haces?- preguntaba Okami dándose media vuelta.
- solo saco una foto-
- a ver (...) wow salió bien-
Al Okami decir esas palabras, un sentimiento gratificante surgió en mi... su voz hacia que los elogios o cada palabra suene diferente... creo que hasta profundo y enigmático.
Mire la hora... lamentablemente devia irme, la velada peculiar debía terminar.
- debería irme a casa- dije cabizbajo.
- creo que yo igual, ¿vas a ir en taxi?-
- no, iré caminando-
- te pido un taxi (...) no es bueno que vallas solo por ahí a estas horas, luego si te hacen algo me echaran la culpa a mí- habló entre risas.
- si tu lo dices-
Poco minutos después llegó el taxi... me despedí de Okami... luego le devolvería el dinero del viaje.
Llegue a mi casa... para mi sorpresa mi madre no está al igual que su esposo.
No le di más vueltas a ese asunto y subi a dormir... era lo único que me sentía cómodo haciendo allí, aunque a veces hasta esto... se convertía en una odisea.