Dos sombras se materializaron delante de mi, como si hubieran estado ahí apenas salí del bar. Hombres, uno más alto que el otro.
Lo primero que pienso al ver al primer hombre es en Caleb, es absolutamente hermoso. Su rostro parece haber sido moldeado por el mismísimo Zeus, es sin lugar a duda, precioso. Creo que me duelen los ojos de solo verlo. Su fuerte y serio rostro tiene una pequeña capa de pelo que cubre su mandíbula de la forma mas sexy. Sus oscuros ojos grises cubiertos por unas larguísimas y pobladas pestañas. El cabello ondulado y oscuro como la misma noche. Cortado un poco mas arriba de sus hombros recogido en media cola , le da una apariencia de guerreo vikingo.
Me miran como si yo fuera una especie de alíen baboso y asqueroso.
Sus cejas pobladas se fruncen y sus por supuesto carnosos y perfectos labios se hunden en una mueca de disgusto. Disgusto por mi.
Es alto y fornido, no del tipo ropero como Rubén. Si no más bien como un cuerpo atlético.
Osea, que seguro que tiene un Six Pack.
El chico a su lado que me mira con una gran sonrisa, como si yo fuera lo más asombroso que ha visto jamas, es bastante guapo. No como su amigo "ojos enfadados", pero aun así bastante atractivo.
Su piel morena solo hace que esos hermosos ojos ámbar resalten.
-Noah, estos son las personas de la que te hable.- me señala al chico mas grande que luce cercano a los treinta. -Él es Dorian. Mi jefe por así decirlo.- luego señala al chico moreno que no deja de sacudir su mano en forma de saludo a mi . - Y este es Drac, nuestro experto en rarezas.-
Drac , antes de que pueda darme cuenta esta sobre mi, observándome detenidamente como lo hizo Gala la ultima vez. Olfatea a mi alrededor .
Eh...
-Vaya, tienes razón huele como uno de nosotros.- acerca sus curiosos y extraños ojos a centímetros de mi cara y luego me mira, sin disimulo.
-Bonitos ojos.- nada sale de mi boca, esto es una broma. Se me escapa una risa.
Los tres pares de ojos me miran como si yo estuviera loca.
¿Perdón?
Dorian mira toda la situación con sus fríos y calculadores ojos, no dice ni una palabra.
-Les conté sobre nuestro pequeño encuentro aquel día.- me explica Gala. -Drac te esta haciendo un tipo de examen.- Drac toma uno de mis brazos, lo flexiona y luego lo suelta. Toma mi mano y mira mis uñas pintadas de negro.
De repente, toma mi cara y la gira de una lado a otro, me abre la boca y me mira los dientes.
Justo cuando está apunto a mirar mis orejas, le doy un empujón.
Él se ríe.
-Cuanta fuerza.- Drac mira a Dorian y asiente. Éste toma un suspiro y se frota el entrecejo
-¡Te lo dije! - exclama Gala.
-Pensé que este tipo de cosas simplemente no pasaban.- le dice a Dorian a Drac. Recuerdo esa voz, profunda y melancólica. La misma de esa noche. Él debe ser...
-De hecho solo existe un caso como este y no termino bien.- Drac me mira con compasión.
-Yo no soy ningún caso, estoy bien. Como siempre.- Gala suelta una pequeña risa amargada.
-¿A quién piensas engañar, niña?- Dorian me habla por primera vez. Sus ojos, se parecen mucho a los de Caleb.
Mentiría si dijera que no estoy asustada o confundida, pero no quiero su ayuda.
-Yo no necesito que ustedes me ayuden.
-¿Quién dijo algo sobre ayuda?- Dorian gruñe.
-Genial, porque no la necesito.- me despido.
Antes que pueda darme la vuelta, Dorian toma mi muñeca. Una electricidad me sacude el cuerpo, él también la siente porque me suelta inmediatamente.
-¿Sentiste eso?.- me pregunta. Asiento.
Por primera vez en la noche veo como su expresión cambia de frialdad a sorpresa.
-Vendrás con nosotros.- ordena y por el tono de su voz no hay objeción.
-No pienso ir a ningún sitio con tres chiflados que creen que saben todo sobre mi.- discuto.
Pero Dorian ya esta cambiando en nada más que sombras.
Antes de desaparecer, dice:
-Gala, duermela.
Entonces Gala desaparece de mi vista, antes de que pueda gritar aparece delante de mi y suelta humo de su boca, como si hubiera estado fumando. Solo que esto huele a selva negra.
Mi vista se empaña. Me rió, me siento como en una nueve.
Veo a Drac bailar de un lado a otro mientras se convierte en sombras.
Y entonces..... Ya no veo nada.
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Despierto en una cama ajena. En un lugar ajeno.
Me han secuestrado, tres fantasmas me han secuestrado para hacer conmigo quien sabe que.
Tengo que salir de aquí. La habitación es grande y oscura. Diferentes cuadros de arte gore decoran las paredes. Ángeles convirtiéndose en demonios con ojos rojos y garras del tipo que ya he visto antes. Me levanto de la enorme cama. Las sabanas grises de seda se deslizan por mi cuerpo.
La habitación tiene un decorado barroco, los muebles de madera de roble están exquisitamente tañados. Todos estos muebles lucen antiquismos, sin embargo, eso los haces hermosos. Si no fuera por esos horribles cuadros y por el hecho de que me han secuestrado, lo encontraría acogedor.
Me pongo los zapatos y camino hacia la enorme puerta. Pongo la oreja y no escucho nada, pero no debo confiarme. Estas personas salen de las sombras.
Lo pienso por un momento.
¿Que tipo de secuestradores dejarían a su chica sola?
Tal vez no es tan buena idea salir por puerta. Me dirijo a la ventana. Miro por ella y esta jodidamente alto. Miro hacia arriba y hay mas plantas.
Por la piedra y la hierba creciendo entre las paredes, diría que estoy en un maldito castillo. Sin pensarlo dos veces, me deslizo por el bordillo. A tientas coloco mi pie en una pequeña protuberancia que sale de la pared.
Rezo para no caer y morir.
Justamente cuando intento deslizar todo mi cuerpo fuera del bordillo, la puerta se abre. Drac me mira con los ojos abiertos. Yo me asusto y me caigo.
Cierro los ojos y me preparo para el impacto.
Unos fuertes brazos me toman. Abro los ojos y me encuentro con otros que me miran con asco e impaciencia.
Antes de que pueda salir de su atrape yo sola, el idiota me suelta. Mi culo hace contacto con el suelo de la forma más dura y menos bonita que existe.
-!Demonios!.- gruño molesta.
-!Humanos!.- exclama alguien a la distancia. Es Gala.
Dorian sigue ahí, parado. Como si nada hubiera pasado.
-¿En serio tratabas de escapar? ¿De nosotros?- pregunta y sin darme tiempo a responder dice -Por lo menos tienes valor.- un sonrisa amarga aparece en su boca antes de marcharse. Camina como si nada a su alrededor pudiera afectarle.
Pestañeo, sin entender muy bien la situación. Todo esto parece sacado de una película de ciencia ficción.
Me levanto y me sacudo el polvo del trasero. Gala se acerca a mi y me regala una sonrisa.
-Eres bastante torpe.- vaya, eso no me lo esperaba.
-Saben ustedes que tener a una persona en contra de su voluntad es ilegal.- digo, ignorando su comentario.
-Nosotros tenemos otro tipo de leyes. Ya las iras aprendiendo.
-¿Qué? No lo creo. Tengo que irme. Deben estar preocupados por mi.- todo lo que veo es arboles. Parece un bosque.
-Oh no. Drac los convenció de que te tomarías una noche libre. Sin preguntas.
-¿Los convenció? Espera, no les hizo daño ¿verdad?- me moriría si algo les pasara a ellos por mi culpa.
-No somos tan malos como crees. Deberíamos entrar. Dorian quiere hablar contigo.- No me siento muy emocionada al respecto.
-¿Por que debería ? Ustedes... no se lo que son y me han secuestrado. Tu... me drogaste.- retrocedo. He tratado de lucir lo mas valiente, pero la realidad es que estoy cagada.
-No es lo que hice y tu ya tienes una idea de lo que nosotros somos.- sus intensos ojos verdes analizan mi expresión. Tengo una idea, pero me niego a aceptarlo.
Trago saliva.
-¿Aun así por qué debería? ¿Por qué tengo que hablar con él?.- Dorian es intimidante, es decir, su presencia. Me resulta... un poco diabólico.
-Porque él decide si vives o mueres.