La nieve comenzaba a caer en la region de Strato, los habitantes que estaban en las calle se apresuraban a terminar su deberes, pues el cielo se estaba tornando gris, señal que se avecinaba una fuerte tormenta, se veia a los habitantes reforzar sus ventanas y puertas, todos a un ritmo muy acelerado pues el viento comenzaba a ser mas fuerte y gelido.

Solo en un lugar no parecia importar el clima, una pequeña pero concurrida taberna en uno de los callejones intrincados de la region, ahí,

Un ente corpulento entro a la taberna, en el pequeño recibidor se quito las gruesas pieles de lobo que le cubrian de la nieve que caia copiosamente afuera. en cuanto descubrio su cara sus ojos se iluminaron por la luz de las velas dejando ver un tono rojo, lo cual delataba su origen demoniaco. Aquel demonio colgó las pieles en la percha destinada para ello, caminó letamente hasta una mesita que se encontraba desocupada en una de las esquinas más alejadas de la barra, se sentó y esperó. No pasaron más de 5 minutos cuando una bella mesera se acerco a la mesa donde se había sentado:

-¿Quiere que le traiga una cerveza?- preguntó coquetamente la mesera

-Gracias- Respondió secamente el hombre, sin mirar a la camarera -pero prefiero una botella de vino-

-En seguida- dijo la camarera y se retiró.

El demonio siguió con la mirada a la mesera hasta que esta desaparecio detras de la barra, así que se dedicó a observar a los otros hombres que estaban a su alrededor. Unos tomaban cerveza tibia en tarros tallados de madera, otros jugaban tirando pequeños huesos y apostaban pequeñas piezas de oro, plata y otros metales, otros tantos solo conversaban y reían, no parecía importarles en absoluto la existencia de aquel ente que tomaba vino en una esquina de la taberna, tampoco les importaba el clima o los rugidos que anunciaban una terrible tormenta.

-Aquí tiene su vino señor- dijo la camarera mientras posaba una copa de cristal sobre la gastada mesa y se disponia a abrir la botella de vino.

El demonio guardo silencio, con un ademan de cabeza pareció agradecer a la mesera la cual se retiro apresuradamente pues habia otros hombres que necesitaban que ella rellenara sus tarros. El demonio saco una pipa tallada en marfil de su bolsillo y empezo a rellenarla con tabaco, sin dejar de mirar alrededor de tanto en tanto, ya que hubo terminado de rellenarla, de su dedo pulgar brotó una pequeña llama que encendio el tabaco, no habia duda que era un demonio, inhalo profundamente el humo dejándolo unos segundos dentro de sus pulmones, lo exhaló y tomó la botella de vino, sirviendo en la copa que la camarera habia dejado, le dió un trago y volvió a dejar la copa sobre la mesa, esta vez jugueteaba con ella con los dedos haciendola girar lentamente con cuidado de no derramarla.

De pronto otro ente entro a la taberna, cruzo por las mesas sin dejar su abrigo de piel en la percha, se detuvo de frente al demonio, de repente la mesa se volco para un lado, la botella y la copa se estrellaron en el piso regando el elixir morado en el piso, un estruendo hizo enmudecer a la taberna entera, en un movimiento rapido el demonio habia desefundado un tanto y se abalanzó contra el ente que se habia detenido frente a el, los demas hombres en la taberna los miraban en silencio, sorprendidos por la escena, pues el ente habia detenido con la mano el ataque del demonio, de la union de su mano y el tanto emanaba un aura nebulosa con destellos de color azul intenso...

En ese momento el demonio miro a los ojos al extraño y lentamente desistió de su ataque, el extraño dio un paso atrás y bajo lentamente la mano, en silencio solo mirando al demonio:

-Sabía que te encontraría aquí Abaddon- dijo el extraño sin dejar de mirar al demonio - no vengo en busca de un enfrentamiento, vengo a platicar contigo, más bien de entablar una negociación, tu sabes la ubicación de un objeto que estoy buscando, y yo tengo informacion sobre una persona que esta siendo relevante a los ojos de tu elite-

-No tengo nada que negociar con un ente de una raza inferior como la tuya- dijo el demonio enfundando su tanto -no necestio nada de ustedes-

-¡vamos! no seas tan orgulloso, ambos tenemos algo que estamos buscando, no le veo mal hacer un pequeño intercambio - replicó el extraño acomodando la mesa y las sillas.

-estás muy equivocado si crees que sabes los motivos por los cuales estoy en esta región así que no vengas con esa

actitud arrogante- el demonio hizo el ademan de levantarse y el extraño lo detuvoi por el brazo: - no te vayas, para que veas que hablo en serio y no tengo intenciones de mentirte, toma- el extraño le extendio un pergamino a Abaddon, este se le quedo mirando y a los poco segundos lo tomó y comenzo a caminar a la salida de la taberna, el extraño se le quedo mirando.

-Me encontraras en tu camino a la ciudad de Rea, por si tienes información relevante para mi- dijo el extraño mientras se sentaba y con un gesto de su mano llamaba a la mesera y le pidio un tarro de cerveza.

El ambiente en la taberna lentamente regreso a la normalidad y la tormenta cada vez tomo mas fuerza...