Una nave completamente plateada yace flotando tranquilamente en el cielo, su interior, extremadamente silenciosa hasta que se oye una voz profunda y ronca..
"Venu, haz otro sondeo, no podemos descuidandonos y seguir perdiendo más hombres." Dijo un hombre alto, unos 1.8m de altura, tés pálida, Cabello negro como el carbón, contextura delgada, pero si uno se fija de cerca, se dará cuenta de que no es recomendable subestimarlo. Pues tiene un aura y presencia que exige respeto y obediencia absoluta.
El es Álex Darfof, líder actual del grupo organizado por los distintos países para luchar contra las distintas vidas de origen desconocido que invaden continuamente la Tierra.
Después de su mando se oye una voz suave y tranquilizante de una dama. "Según los radares otro grupo de invasores han llegado a las costas de EE.UU, aparentemente exploradores."
Esta voz pertece a Venu, la IA a cargo del funcionamiento de la nave, es una IA creada personalmente por Álex para monitorear continuamente los diversos eventos que pueden ocurrir en la tierra.
Como siempre al oír esta voz, Álex muestra una pisca de melancolía y arrepentimiento en su expresión, pero rápidamente es remplazada por su característica expresión en blanco. Fue algo egoísta al diseñar esta IA, la creo para sólo poder hablar y escuchar esa voz con la que se crió, esa voz pertece a su Madre asesinada por esas monstruosidades que nunca han dejado de llegar desde hace 10 años.
Álex luego de escuchar a Venus se dirige a un panel y allí mismo ve, monstruos o Vidas Artificiles( V.A), 4 metros de altura, espadas como brazos, piernas musculosas, pero lo más sobresalientes de ellos son sus cabezas que básicamente es una esfera de cristal incrustada en donde debería estar su cuello, dentro de esta esfera es un cerebro que continuamente envía pulsos eléctricos al cuerpo, claramente su puntos más vulnerable pero difícil de alcanzar.
Exactamente 5 de estas V.A están continuamente observando sus alrededores, tratando de localizar vidas que arrebatar.
Álex solo al verlos siente que su sangre empieza a hervir de furia, el se dirige a su asiento en la nave, apoyada en el es una lanza igualmente plateada como la nave, con unos 2 metros de largo, la punta con una nitidez amenazante, observándola por un momento dice friamente.
"Venu, dirige la nave hacia ellos, me ocuparé de estas plagas personalmente"