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Chapter 138 - Camuflaje (Día 137)

Me desperté bien temprano en la mañana. Después de estar tanto tiempo en el agua mi cuerpo se relajo bastante.

Desayuné sola e intente no hacer mucho ruido.

Tome un taxi y me dirigí hacia el hospital.

Ricardito estuvo aqui.

Si, esa es una firma de Ricardito estuvo husmeando mi diario, voy a tener que esconderlo en otro lado.

Se que no leyó todo porque hubiera comentando varias cosas a su mamá o me hubiera preguntado muchas cosas.

Llegue al hospital, entre y ya sabes lo demás.

Me senté en el sillón que tienen designado para mi y note que la señora que estaba en frente mío las anteriores sesiones ya no estaba.

-Es bueno un lugar vacio- dije al enfermero- Que bueno que ya le dieron el alta-.

-En verdad, falleció anoche de un paro cardíaco- dijo mientras esperaba mi reacción a la infección-.

-Esa era la otra opcion- dije- Es una lastima-.

-Ella era una mujer grande. Estaba sufriendo básicamente si seguía el tratamiento- dijo mirando mis venas-.

-Igual lo que rescató es que no estaba sola- dije- Es triste ver personas mayores solas pasando por estas situaciones difíciles-.

-En eso tienes razón- dijo el y me sonrió- No murió sola-.

-Murió amada- dije-.

Lo mire a los ojos al enfermero, algo le pasaba. Y no entendía que.

Antes de entrar a la sala de terapia, el doctor me pidió que me saquen sangre para ver el avance del tratamiento.

-¿Ya están los resultados?- pregunte-.

-Aún no, pero supongo que, cuando terminemos esta sesión van a estar listos- dijo el-.

-¿Me quieres acompañar a ver los resultados después? -pregunte-.

-Si eso te va a hacer bien, si- dijo-.

-Y después podemos ir por un helado- dije-.

-Ok- dijo y sonrió. Me gusta verlo sonreír, había estado toda la mañana serio y deprimido pero ver que aún no está del todo triste me alivia-.

-¿Te gusta?- escuche una voz tierna detrás mío-

-¿Que haces espiando?- dije y le hice cosquillas en las costillas al niño-.

-Vine por mi inyección- dijo feliz-.

-¿Quieres ir por un helado después?- pregunté mirando a su hermana-

-Claro- dijo el niño después de tener la aprobación de su hermana-.

-¿Que hiciste ayer?- pregunté-.

-Visite a mi papá- dijo el-.

-¿Y como estaba?-

-Bien, aunque creo que tiene hambre - respondió el niño-

-¿Porque?-

-Porque en la cárcel no les dan mucha comida -dijo el-.

-Ah- admito que en ese momento se me estrujo el corazón-.

Seguimos hablando y riendo durante mi sesión. Mientras nos reíamos varias pacientes se reían de las ocurrencias del niño. Era el más pequeño de todos por lo que es una luz en la sala de terapia.

Termine de hacer mis inyecciones y el enfermero me vino a buscar, tomó mi brazo y fuimos juntos a la sala del médico.

Realmente con el me sentí acompañada.

Pero no quiere decir que con los chicos no, pero lo bueno de el es que solo soy una paciente ante sus ojos, una paciente más y no siente nada por mi.

Llegamos al consultorio y allí me esperaba el medico con los resultados.

-Camille pasa- dijo y entramos-.

-Bueno...- dijo el doctor y miró a el enfermero-.

-Le pedí que se quedara- dije-.

-Realmente has mejorado un poco, tus análisis dieron bien. La adrenalina el cortisol han bajado considerablemente, además de que tu endorfina ha aumentado bastante- dijo sin yo entender nada-.

-Quieres decir que tu nivel de estrés bajo- dijo el enfermero-.

-Te has relajado bastante- dijo el doctor-.

-Me llevaron a la piscina- dije-.

-El agua relaja el cuerpo y la mente- dijo el- Inteligente el que te llevo-.

Luego de seguir hablando salimos del consultorio y fui a buscar al niño.

Bajamos al restaurante del hospital y yo me puse lentes y una capucha.

-¿Porque te pones eso?- preguntaron los dos-.

-Acuérdate de que es un secreto que yo este en el hospital- le dije al niño-.

-¡Es verdad!- dijo el y miró a todos lados- No te preocupes yo vigilo-.

-¿Porque nadie debe saber de esto?-pregunto el enfermero-.

El realmente no sabia que era una estrella y no queria que lo supiera.

-Mi familia no lo sabe- dije- Sólo lo sabe mi patrón y nadie más-.

-Algún día debes decirles- dijo alegando que si pasaba algo peor y perdía la conciencia necesitaban saber a quien acudir-.

-Lo se- dije y seguimos tomando helado-.

Entonces me llamaron.

-¿Hola?- dije-.

-¿Donde estas?- pregunto Linda-.

-En el médico, tuve que esperar los resultados- dije-.

-Voy para alla-.

-No, ya me los dio ahora solo me senté un rato a tomar un helado. Ahora voy para casa-.

-¿La gente te vio?-pregunto Marcia de fondo-.

-No, estoy ni en camuflada- dije mientras miraba al enfermero-.

-Te mandare a Yang para que te busque- dijo Regina-.

-Ok- dije y corte-.

Me vino a buscar y en el camino Yang no me dijo nada ni yo a el.

Llegue y almorzamos, obviamente tuve que aguantar el regaño de Linda por no haber avisado, pero le dije los resultados que me dio el doctor y se calmó.

En fin, llevamos a ricardito a la escuela y fuimos a un gimnasio cerca de casa donde dan zumba y pilates. Allí estuvimos tres horas. Luego regresamos a casa nos duchamos y nos fuimos a la casa de Lilin. Ella quería que cenaramos todo mas juntas por lo que Regina fue a buscar a ricardito, Linda y Lilin fueron a comprar y yo me quede con Jimin y las chicas.

Observando la casa me di cuenta que estaba muy desprotegida y las paredes estaban húmedas por las goteras.

Entonces decidí llamarlo a Marcos.

-¿Cómo estás? - dije-.

-Camille tanto tiempo. Bien¿ y tu? Lo último sabía de ti fue que se habían ido de la casa después del accidente del bar-.

-Ha pasado mucho tiempo- dije-.

-Es verdad. Cuéntame que sucede. ¿Que necesitas?-.

-¿Estas muy ocupado últimamente? -

-No mucho ¿porque?-.

-Mira, quiero contratarte. Se que trabajas en construcción y la casa donde vive mi ahijado esta un poco deteriorada y no tiene alarmas-.

-La puedo ir a ver... El domingo ¿Te parece?-.

-Si, igual le diré a la dueña que vendrás y arreglas con ella. Yo solo te pagaré-.

-Ok ¿Cuando nos juntaremos?- pregunto Marcos-.

-Podríamos organizar una cena con las chicas la próxima semana-.

-Ok. No te olvides-

Después de cenar hable con Lilin y aunque no quería aceptar mi regalo le dije que no podía permitir que viveran así, las chicas me ayudaron a convencerla.

Ya llegamos a casa. Mañana creo que será un gran día.

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