Los tres ejecutaron el plan, Lorena entró sigilosamente a la habitación vecina, abrió la ventana y bajo por el tubo de desagüe, era bastante ágil por lo que le tomo menos de dos minutos pisar el suelo y correr para llegar a la calle, camino menos de tres cuadras cuando un auto negro discreto se detuvo a su altura, la ventanilla del conductor bajo y reveló el frío rostro de Manuel, él dijo:
- Sube.
Lorena mermó su trote y subió al asiento del copiloto, estaba jadeando levemente cuando escuchó que él le preguntaba:
- ¿Por donde?
Ella tomó aire antes de responder:
- Por la calle South Montain, llega al parque Seven Flowers y estaciona ahí, el resto del camino lo haremos a pie.
Manuel miró dubitativo a la mujer a su lado, la razón era que esa zona eran los altos suburbios, aunque todavía no podía ser considerado parte del bajo mundo, aún así la peligrosidad de esa zona era bastante alta. Al ver que la mujer parecía decidida, suspiro y aceleró el auto.
Llegaron en menos de veinte minutos al parque Seven Flowers, allí Manuel estacionó el auto y vio como la mujer prácticamente saltaba fuera del auto. Se dirigieron a una calle angosta a unas cuatro o cinco cuadras del parque, la mujer lo guió por una serie de calles angostas hasta llegar a un callejón levemente iluminado, había algo diferente en este callejón, un gran hombre vestido de negro estaba en la entrada de este, el hombre era robusto, su expresión era sombría y llevaba un arma de fuego colgada en su cintura, Lorena se adelantó y se paró frente al hombre con Manuel detrás de ella, la voz ronca y fuerte del hombre se escuchó:
- Siete.
Lorena frunció el ceño levemente antes de responder:
- Cinco.
El hombre se hizo a un lado y los dejo pasar a ambos, no sin antes hacer una breve reverencia ante la mujer.
Lorena camino lentamente al fondo del callejón, allí había un contenedor de basura extrañamente reluciente, Lorena movió el aparentemente pesado, pero que en realidad era bastante liviano, contenedor plateado, detrás de este había un tablero de identificación de huella digital, Lorena puso su mano en el tablero e inmediatamente este brillo con un color verde, al segundo siguiente una luz infrarroja recorrió el cuerpo de Lorena, después una puerta apareció en la pared del callejón. Lorena sonrió ante la expresión estupefacta de Manuel, le dijo mientras abría la puerta:
- Sígueme, no te alejes si no quieres meterte en problemas con seguridad, he oído que es bastante doloroso que uno de los guardias te golpee por ser intruso.
Manuel asintió mientras sonreía fríamente, siguió a la mujer dentro de la misteriosa puerta. Cuando la puerta se cerró, la pequeña habitación bajó como un ascensor, sin embargo la velocidad de este fue tan rápida que Manuel perdió el equilibrio y cayó al suelo, para la sorpresa de Manuel, Lorena ni siquiera dio un paso en reversa, su postura fue tan firme que ni siquiera movió un músculo, definitivamente estaba en su elemento.
Lorena sonrió burlonamente al ver que el hombre había caído, le extendió la mano para ayudarlo a levantarse mientras decía:
- A mi también me pasó la primera vez que estuve aquí. No te alejes, sígueme e intenta actuar natural.
- ¿Cómo es actuar natural en una organización secreta? - preguntó Manuel mientras se levantaba ayudado por ella.
Lorena rió suavemente ante la pregunta del hombre, después de pensarlo un rato dijo:
- Si conoces a alguien de esta organización, si conoces su nombre o procedencia no lo demuestres, está estrictamente prohibido comprometer la identidad de un empleado en misión, aunque sea dentro de las instalaciones de la compañía.
- Lo entiendo, ¿cómo te llaman aquí?
- La primera letra de mi primer nombre, J, y la primera letra de mi apellido, B.
- Entonces J B, ¿cierto?
- Eso es correcto, vamos.
Lorena y Manuel caminaron por un gran pasillo, habían varios hombres similares al de la entrada, patrullando rigurosamente el gran pasillo y las habitaciones conectadas a este, había otro grupo de personas vestidas de azul y blanco, de hecho, Lorena también llevaba un traje elegante color azul oscuro y zapatos negros sin tacón, Manuel no se había dado cuenta de cuando ella se cambió de ropa, pero lo que llevaba la hacía mezclarse con el ambiente.
Las instalaciones de Secret&Discreet Company cubría toda la ciudad subterráneamente y también se expandía a algunas zonas rurales de la ciudad, a pesar de su gran extensión sólo había cinco formas de entrar a ella, una entrada en el norte, otra entrada en los altos suburbios, otra en el corazón de los suburbios, una entrada en la zona rural y la última en la alcaldía de la ciudad, había un código de acceso diferente en cada entrada, por ejemplo, en la entrada de los altos suburbios el guardia decía un número y el empleado debía responder con cuántas letras tenía este, los códigos se rotaban semanalmente por lo que solo un empleado legal o un recluta en entrenamiento sabía exactamente la forma de entrar al cuartel subterráneo, además se usaba un reconocimiento de huella dactilar y un análisis infrarrojo para confirmar la identidad del empleado, por lo que solo había un margen de error de 0,1%.
Lorena se dirigió a una sala llena de tecnología en proceso de prueba, allí busco con la mirada y encontró lo que buscaba, una mujer de estatura baja, cabello negro largo hasta los hombros y ojos color azul cobalto, de rasgos firmes y expresión malhumorada, labios finos y rosados, nariz recta y pestañas abundantes, cejas curvas y delgadas y mentón puntiagudo, ella era su mejor amiga Liliana Lagos, en la compañía la llamaban LL, era más antigua que Lorena en la compañía, por lo que estaba más familiarizada con los demás empleados. Lorena camino lentamente y cuando llegó a su altura, LL dijo:
- Veinticinco minutos tarde.
- Lo sé, lo siento, tuve un pequeño problema, me descubrieron.
LL frunció profundamente el ceño, con una voz fría preguntó:
- ¿Quién?
- Él - respondió Lorena señalando a Manuel que estaba parado detrás de ella con una expresión distante en su rostro.