Al llegar al colegio María y Maya extrañadas me dijeron:
-Emily no hace tanto frio como para eso, ¿te encuentras bien?- Les dije que si y les pedí que me acompañaran al baño, quitándome el pelo a un lado les dije:
-¡No gritéis! ¿Vale?- Ellas asintieron y les mostré mi cuello, Maya se sorprendió un montón, María me dijo:
-¡Que bruto es Daniel cuando quiere! Dile que no lo vuelva a hacer, son muy grandes. ¿Qué harás cuando los profesores te pregunten?-Les dije que les diría que me dolía la garganta, mi madre se lo creyó y ellas hasta que no se lo enseñe no lo habían visto.
María me dijo:
-Hoy tienes que venir, mi madre me ha dicho que has caído muy bien a la familia. Mi tía Serena esta encantada contigo, mis primos te adoran y mis abuelos te aprecian mucho.- Maya dijo sorprendida:
-¿Ya conoces a toda la familia? Esto acabara en boda, ¿puedo ser la dama de honor?- Nos reímos y nos fuimos a clase cuando sonó el timbre. Acordamos vernos esa tarde después de las clases, como Maya y yo vamos a la misma clase quiso que le explicara los detalles. Al final le dije mintiendo un poquito:
-¡No hicimos nada!, solo nos enrollamos y esta vez fuimos un poco más lejos pero nada más.- Ella disimulando su decepción dijo que a veces pasaba cuando se iba un poco mas lejos. Después como siempre comprobamos que la calefacción era muy fuerte, Maya me pregunto como aguantaría el calor. Le dije que me quitaría el jersey de encima y camuflaría por precaución los chupetones con mi pelo.
A tercera hora el calor era insoportable, no sabía como podría afrontar la tarde. Me quite el jersey y me cubrí el cuello con el pelo, pero nadie pareció darse cuenta excepto Pablo y Víctor. Pablo al ver mi nuca me dijo:
-¿Qué es eso?- como me toco la nuca le dije que no lo sabía y él me dijo bajito-Detrás del cuello tienes un chupetón, yo que tú me echaría el pelo hacia atrás.- Lo hice, el me cogió del brazo y me dijo:
-Dile a Daniel que estas en un instituto en el que eso te puede llevar problemas con los profesores.- Le dije que tenía pensado recordárselo cuando le llamara, esa mañana para mi suerte nadie pareció darse cuenta. Cuando llegue a casa pensé en como arreglarlo esa tarde haría más calor, si me ponía el jersey de cuello largo me iba a morir. Intente camuflarlos con maquillaje, pero no se camuflaban del todo, decidí ponerme un turbante de tela blanco. Eso terminaría de disimularlos y como era más fino que el jersey no me molestaría. Me deje el pelo suelto oyendo como mi madre se quejaba de que después tendría que ayudarme a desenredarlo.
Por la tarde fuimos a clase de dibujo técnico, donde las mesas van por orden de lista. En esa clase nos juntamos con los miembros de la otra clase, así que en mi mesa estaban, Pablo, Víctor, Nerea y Verónica.
El profesor repartió el material y explico que el proyecto que esta vez haríamos en grupo. Se trataba de dibujar una fachada de una casa hecha por todos, teníamos que hacer los planos de dentro y todo. Como soy buena en eso, me toco hacer los planos, me estaba ayudando Pablo que también es bueno en ello. Los demás decidían donde poner las habitaciones, los baños, la cocina, el salón, el patio, etc. Empecé haciendo la estructura de fuera hasta que decidiéramos donde iría cada cosa. El pelo me estaba cayendo a la cara así que me lo aparte sin pensar que se verían los chupetones, Verónica que estaba a mi lado dijo en voz alta:
-¡Vaya! ¡Menudo par de chupetones! ¿Dónde esta el vampiro?- Me puse el pelo de nuevo en su sitio, pero los demás ya estaban riéndose y armando jaleo. Enfadada le dije:
-No podías callar, ¿verdad? ¡Tenias que gritarlo!- Ella se río y cambio de sitio fingiendo ir a coger algo. El profesor pidió silencio y me pidió que saliera fuera, con pesar salí de clase. Cuando cerré la puerta el profesor me dijo:
-¡No sabes que eso aquí no esta permitido! ¿Cómo te atreves a armar semejante escandalo en mi clase? Piensa que eso no esta bien, dile a tu novio que se lo guarde para el verano. Esto no volverá a pasar, ¿Entendido?- Intente explicarle pero no me dejó volvió a preguntar si lo había entendido, asentí y volvimos a clase. Al entrar nadie dijo nada, me senté al lado de Pablo y me puse a dibujar con mi pelo camuflando mi cara. Verónica había conseguido fastidiarme el día, Pablo conociéndome me dijo bajito:
-¡Emily no pasa nada! Mañana la mayoría encontraran otro rumor, se habrán olvidado, no te preocupes. ¿Vale?- Asentí sin levantar la cabeza, Pablo que estaba a mi lado no se dio cuenta pero Víctor que estaba enfrente de mi si. Estaba llorando mientras dibujaba, decidí irme a casa cuando sonó el timbre.
Maya y María no me dijeron nada, sabían que el único que podía calmarme no estaba allí. Daniel seguramente a esa hora estaría yendo hacia el entrene. María le llamo pero Daniel no contesto, seguramente lo había pillado conduciendo o ya entrenando. Cuando volvió a casa María le dijo muy enfadada:
-¡Daniel! Tenemos que hablar, se trata de Emily.- Daniel al oír mi nombre dijo:
-¿Qué pasa?- Su hermana le dijo que cuando terminara de ducharse que fuera al estudio ya que sus padres habían vuelto pronto. Después cuando entró en el estudio vio a María muy enfadada. Daniel volvió a preguntar que qué pasaba, María le dijo:
-¡Mira que eres bruto! ¿No te das cuenta de que vamos a un instituto religioso? Por culpa tuya hoy han regañado a Emily en clase, ¿tenías eso en cuenta cuando le hiciste esos chupetones?- Daniel extrañado dijo:
-¡Espera! ¿Le he hecho chupetones?- María le dijo que si y lo grandes que eran, Daniel pensó en el momento que estuvimos a oscuras. Sin querer dijo en voz alta:
-¡Tuvo que ser entonces! He sido muy cuidadoso pero en ese momento no lo pensé. ¿Se notan mucho?- María le dijo que si y que me llamara, pero cuando lo intentó mi móvil estaba fuera de cobertura. Daniel le dijo que iría a verme ya que se había dicho que el día siguiente era huelga. Solo tenia que ir a entregar un trabajo y que a la hora de la salida estaría allí para mí.
En cambio yo al llegar a casa dejé mi móvil en mi cuarto, me fui directa a la ducha. A esa hora mi madre ya había tenido noticias de mis secretos, el profesor la había llamado para explicarle la situación. Mi madre al ver como entraba en casa, arrastrando los pies, muy callada me dijo:
-¡Cielo! Ha veces pasa cuando tienes novio, mañana te pondrás el jersey de cuello largo que yo te daré. Es finito así que no tendrás calor, pero también podremos un poco de maquillaje para taparlos un poquito.- Le di a mi madre las gracias mientras me iba a la ducha. Cuando salí de ella mi madre me desenredo el pelo y me ayudo a secarlo, después me dio el jersey y me dijo que hiciera los deberes.
A la hora de la cena mi madre me excuso con mi padre diciendo que me dolía la cabeza y que estaba acostada, la verdad es que estaba acostada y me dolía la cabeza de tanto llorar.
El día siguiente mi madre me ayudo a camuflarlos con maquillaje, cuando llegué a la escuela los rumores continuaban. A segunda hora el profesor de religión aprovechó para echarme la bronca otra vez sobre la ética moral, las normas del instituto y sobre mi atrevimiento. Ese día no empezaba bien, estaba fatal entre las bromitas y los sermones querían morirme.
Al fin sonó el timbre que indicaba que nos podíamos ir a casa, recogí mis cosas rápidamente, Maya hizo lo mismo. Al salir a la calle vi a Daniel allí, sentado en la moto con mi casco y el suyo en las manos. Fui directamente hacia él, Daniel me rodeo con sus brazos y me eché a llorar. Daniel miró hacia Maya y le dijo:
-¿Podrías hacerme el favor de llevar a su hermana a casa?- Levante la cabeza y él me dijo:
-¡Tú y yo vamos a hablar!, quiero que me expliques que ha pasado.- Maya me dijo que no me preocupara, que ella se lo diría a mi madre, pero Daniel dijo:
-¡Tranquila ya la he avisado yo! Me ha dado una pequeña charla y me ha dicho que te lleve a clase a la hora de entrar.- Mientras le explicaba, él me abrazaba, también le enseñé los chupetones, asustado dijo:
-¡Dios! No creí que me hubiera pasado tanto, ¡Joder! ¡Lo siento!- me abrazó más fuerte mientras decía:- Has debido pasarlo muy mal por mi culpa, cuando coja a esa estúpida voy a matarla.- Le cogí del brazo diciéndole que no hiciera nada, cabreado me pregunto:
-¿Por qué? ¿No ves lo que te ha hecho?- Miro hacia un grupito donde estaban los de mi clase, la vio y me dio los cascos diciendo:
-¡Espérame aquí ahora vuelvo!- Dejando los cascos en la moto, le cogí la mano e intente pararle. Pero su fuerza me ganaba, fue directo hacia Verónica con aire amenazante. Señalándola dijo:
-¡Cómo le vuelvas a causar problemas a mi novia, te fastidiare la vida! ¡Esto- señalo mi cuello- ha sido culpa mía, pero que se enterara el mundo entero has sido culpa tuya! ¡Si tan estúpida eres muérdete la lengua! Porque como vuelva a pasar me encontraras y no soy un enemigo agradable. ¿Lo has entendido?- Ella asintió asustada de ver que nadie la protegía, con fuerza tiré de su brazo y Daniel me siguió hasta su moto. Todos se quedaron callados, nadie quería meterse con Daniel, solo Laia y Ángela se fueron con Verónica a intentar calmarla.