Chereads / Escarlata / Chapter 3 - Capítulo 3: Deambulando por el desierto helado.

Chapter 3 - Capítulo 3: Deambulando por el desierto helado.

Mientras aquella frase recorría mi mente, el grito de la chica me sobresaltó.

- ¡Tendremos que colgarnos del precipicio!

- ¿Que qué? - repliqué, esperando no haber oído lo que creí haber oído.

- ¡Solo hazlo! no hay tiempo que perder. - Y sin vacilar, ambos nos colgamos del borde, parecerá un poco increíble, pero en este tipo de situaciones uno hace cosas como aquellas,  un segundo después, una catarata de nieve pasó por encima de nuestras narices, lo habíamos logrado, habíamos sobrevivido al primer y mortal impacto. 

Sin embargo había pensado muy pronto, el peso de la nieve que había encima hizo que el borde comenzara a resquebrajarse, nos miramos las caras unos segundos, luego nos vimos cayendo hacia la nieve blanquecina, acto seguido, todo se tornó gris. Lo último que recuerdo fue un mechón de cabello, rojo como la sangre.

Me desperté helado y miré a mi alrededor, seguíamos tirados en la nieve, la chica  yacía inconsciente a mi lado. Intenté reanimarla, pero no hubo caso. 

Me incorporé de la manera que pude, mirando el cielo nuboso y gris, todo parecía estar en nuestra contra, no era capaz de distinguir absolutamente nada, solo blanco y a la chica escarlata.

Pensé en quedarme a esperar que algo pasara pero no había caso, si no nos movíamos, nuestro destino estaba escrito. Me despojé de una de mis tantas pieles y me las ingenié para colocar a la chica sobre esta, la cogí de un borde y comencé a caminar, con un rumbo incierto, aguardando encontrar señales de civilización.

Pasaron las horas y nada, la chica no reaccionaba y mis fuerzas comenzaban a agotarse. Luego de otro rato me detuve y me recosté sobre la nieve, exhausto y sin capacidad alguna de levantarme. comencé a reflexionar acerca del miserable estado en el que me encontraba, había perdido mi hogar y a mi familia, había sobrevivido por pura suerte a dos avalanchas y a una caída, y ahora estaba deambulando solo por el desierto helado.

Pero no, aquello no podía terminar así, de una forma u otra, tenía que sobrevivir, si los grandes maestros habían decidido salvarme, de seguro había sido con un propósito, aquello no podía ser pura coincidencia, el hecho de que la avalancha no me hubiese enterrado vivo, que una chica escarlata me hubiera encontrado y en vez de simplemente dejarme allí tirado me salvara, definitivamente, aquello de ninguna manera podía haber sido una coincidencia.

Me incorporé como pude, y volví a emprender la caminata. las horas volvieron a pasar de forma interminable, se acercaba la noche, lo cual era sinónimo de fin del juego, pero a su vez, por fortuna, la tormenta había amainado un poco, lo cual me permitía ver mejor. 

Una hora después, aún me encontraba caminando cuando logré divisar una silueta con forma de persona, mi rostro se llenó de alegría y comencé a correr hacia ella, pero un segundo después me detuve en seco, porque lo que había visto, no era la silueta de alguien común y corriente. me froté los ojos y volví a mirar. Claramente, aquella persona poseía un cabello de reluciente color escarlata.