En lo que parecía poco tiempo, Davi e Hinari finalmente terminaron de prepararse. Hinari tenía instrucciones de que una vez que estuviesen listas, llamase a Zaki para hacérselo saber y que esperase a recibir más instrucciones.
Hinari fue entonces a atender una llamada mientras Davi se miraba en el espejo. Casi no se reconoció. Estudió a esta extraña que la miraba fijamente y se sorprendió de lo que vio. Davi se movió para tocar el espejo cuando Hinari volvió a la habitación y la sorprendió.
Hinari había recibido sus siguientes instrucciones, que eran llevar a Davi al lugar de los hechos. Todo parecía estar en su sitio y lo único que quedaba era la ceremonia.
Así, Hinari acompañó a Davi al coche que esperaba abajo para llevarlos a su destino. Las ventanas del coche estaban de nuevo cubiertas a propósito para que no pudiera ver nada fuera.