Davi yacía sobre una enorme cama en una gran habitación, una luz brillante cayendo sobre sus párpados, haciendo que éstos revoloteasen. Unos segundos más tarde, abrió lentamente los ojos para que se adaptaran a la luz. Al principio, su visión era borrosa, pero cuando empezó a aclararse, lo que vio le hizo fruncir el ceño. ¿Dónde estaba ella? ¿Esta no era su habitación?