"El helado se siente caliente cuando está en tus labios"
Sei no estaba consciente de que las palabras que habían salido de su boca eran letales. Ni siquiera se había dado cuenta de que de alguna manera era considerado desvergonzado. Él solo estaba diciendo lo que fuera que estaba en su mente, sin saber que estaba atacando al pobre corazón de su esposa con facilidad.
Davi, por otra parte, se le estaba haciendo muy difícil volver a la realidad. Las inesperadas declaraciones repentinas de Sei la pillaron desprevenida. Además, no esperaba que de todas las personas existentes, Sei hiciera un movimiento de repente tan audaz.
En ese instante, Davi sintió que su ingenuo Sei estaba lentamente convirtiéndose en una versión más actualizada.
—¿D-dónde aprendiste eso? ¿Quién te enseñó a hacer eso?— Davi exclamó sin pensar y tan pronto se dio cuenta de lo que acababa de decir, su rostro su puso aún más rojo.
"Ohh…¿qué estoy diciendo?"
