En la sala de estudio de Sei:
—Sei, realmente no tengo que decirte esto, pero hoy fue casi inseguro— la voz de Zaki era seria mientras ayudaba a Sei con su máscara.
— ¿Acaso lo inseguro no se vuelve seguro cuando tú estás aquí?— le contestó Sei de manera indiferente.
—Shuu. Para de poner presión sobre mí.
— ¿Cuándo te has sentido presionado?
—Oye, como ya te he dicho, ¡estás demasiado relajado! Te podría proteger siempre, pero aún hay cosas que están fuera de mi control.
— ¿Las hay?
—Tú…—Zaki solo podía suspirar. Ahh este hombre realmente está perdido…
—Bien… solo no flojees cuando estemos afuera— continuó y finalmente se rindió.
Muy poco después de eso, Davi estaba sentada sobre el sofá usando algo básico pero aún una genial vestimenta de jeans, una camisa blanca suelta, zapatillas y una gorra de beisbol negra corriente en su mano cuando Sei-er al fin se acercó.