Mientras tanto, Davi tenía el rostro entre las manos cuando el auto se dirigía a Blue City. Todavía estaba sonrojada. Su rostro, cuello y orejas estaban ardiendo tanto que se abanicó con los dedos.
—Sei, lentamente te estás convirtiendo en un conquistador natural. ¡Hasta me copiaste!
Davi tenía sentimientos encontrados. Sin dudas estaba feliz de que él por fin hubiera hecho un movimiento, pero al mismo tiempo, estaba desanimada porque sabia que solo lo hizo porque ella, de cierta manera, se lo había pedido.
Pero, al pensarlo por un rato, se dio cuenta de que no tenía por qué sentirse desanimada después de todo. En cambio, debía sentir que había logrado algo. Por lo que cerró la mano en un puño determinado.
Sí. Querida, este no es el momento para pensar negativamente. Sigue adelante, porque este puede ser un gran paso, hasta puede ser lo que estás esperando.
En algún café:
