Momentos después, Sei levantó su cabeza cuando escuchó los suaves pasos de la chica mientras ella bajaba las escaleras. Luego la miró mientras veía que se acercaba a él.
Ya estaba bien vestida como siempre. Aunque su ropa era simple, parecía normal y no lujosa, su elegancia natural y su intacta belleza llevaban cualquier cosa que ella usara a un nivel diferente. Siempre lucía como si la ropa que usa estuviera hecha por ella originalmente.
—Ya me voy— le dijo tan pronto se acerba hacia él y el hombre se paró de inmediato para llevarla afuera.
En el momento en que llegaron a la entrada, un auto ya se encontraba estacionado en frente de ellos a tan solo tres metros. Davi luego lo miró y él tan solo asintió, por lo tanto, Davi comenzó a caminar hacia el auto.