Residencia Chen.
Hinari finalmente despertó. Sus pestañas parpadearon y cuando sintió la presencia de alguien a su lado, sonrió. Sin embargo, cuando agarró la mano que sostenía, sus cejas se arrugaron. Entonces abrió los ojos y se sorprendió.
—¿P-pequeño Shin? —Hinari se levantó inmediatamente. Sus ojos estaban muy abiertos mientras miraba su mano agarrando la del niño.
—Hola tía, ¿estás bien ahora? —preguntó el niño mientras dejaba el libro que estaba leyendo.
—Ahh, s-sí. ¿Por qué...?
—El tío se fue a alguna parte. Dijo que tenía que preparar algo muy importante.
—¿Por eso te pidió que te quedaras conmigo?
—Mmm... Tenía prisa, pero no te preocupes tía, prometió que volvería lo antes posible.