La cara de Sei estaba rígida pero no podía ocultar el dolor en sus ojos mientras miraba a Hinari. Al mirarla, Sei comprendió por qué Zaki decidió firmemente ocultarle esto, pero creía firmemente que la decisión que él y Davi habían tomado era lo mejor que podían hacer por las dos personas más cercanas a ellos.
Durante muchos años, Sei no dejó de buscar algo que pudiera salvar a Zaki y continuó buscando, incluso ahora. Sei creía que no había razón para que se rindieran todavía. Por eso, por primera vez, Sei eligió romper su promesa a Zaki. Quería que Hinari se quedase con él y le diese una razón para luchar. Quería que Hinari nunca se rindiese y que Zaki tampoco se rindiese.