Cuando Zaki sintió que el celular en su mano vibraba sin parar, sólo pudo suspirar y decidió romper el silencio que envolvía el comedor.
Aclaró su garganta y tan pronto como el sonido que hizo llegó a sus oídos, la chica se volteó hacia él.
—Lo siento por la intromisión... su marido tiene que responder a esta llamada así que...— dijo Zaki mientras le sonreía forzadamente cuando Davi contestó inmediatamente.
—No, está bien— dijo y estaba a punto de levantarse y marcharse cuando el hombre la detuvo.
—No, no, no necesitas irte. Esto no es confidencial ni nada de eso —dijo y Davi se volvió a sentar.
Zaki entonces se dirigió hacia Sei y extendió el teléfono móvil delante de él.
—Querían hablar contigo. Han estado llamando sin parar —dijo y Sei solo pudo coger el teléfono con una expresión desinteresada.
Contestó la llamada y escuchó en silencio.
—¿Hola? ¿Sei?— sonó la voz de su madre adoptiva y Sei respondió con un —Mm.
