Para cuando Davi despertó, sus cejas se fruncieron un poco cuando se dio cuenta que estaba abrazando al esponjoso oso. Bueno, de hecho porque soñó que estaba acurrucando a la versión suave y esponjosa de Sei pequeño. Así es que cuando se dio cuenta que Sei ya no estaba a su lado tan pronto abrió sus ojos, de alguna manera se sorprendió.
Al siguiente instante, bostezó y estiró sus brazos. Se sentó ahí un poco aturdida por un momento hasta haber recolectado todo lo que había sucedido la noche anterior. Recordó su confesión, la respuesta de él y las cosas que ella descubrió sobre él.
Al recordar todo eso provocó que su corazón sintiera que danzara con calidez y felicidad. En ese mismo momento, pensó que la anoche fue la noche más inolvidable de su vida. Fue la noche que siempre recordará por el resto de su vida.