—Ni siquiera podrías enfrentar a un invasor, no estás calificada para ser una administradora en absoluto —la mirada de Chao Kun se volvió más fría, como si hubiera encontrado nuevamente su coraje, se volvió cada vez más audaz y seguro en su discurso—. Tener el plano en tus manos es una calamidad para todas las criaturas vivientes del mundo, ¡simplemente tomé la decisión más correcta!
—¡Estás diciendo tonterías! —el aura de Mu Xiang era inestable, intentó cargar fuera del conjuro de espadas pero fue bloqueada nuevamente—. Chao Kun, fuiste tú quien causó que este plano sufriera daños desastrosos, hundiendo a la gente en la miseria y el sufrimiento e incluso me dejaste vagando por el Caos durante tantos años. Nunca te importó este plano, a tus ojos, todo mientras tanto, era solo una herramienta para ti.
