Aunque las personas que eran arrastradas accidentalmente a otros planos solían tener pocas posibilidades de sobrevivir, siempre había algunas excepciones. Incluso había casos de gerentes o asistentes de plano que se equivocaban de dirección durante la trasmigración y acababan en las casas de otras personas.
En ese momento, los gerentes naturalmente debían enviar a la persona de vuelta. Eso hacía difícil evitar encontrarse con el gerente del plano de la persona. Cuando muchos de esos incidentes ocurrían, todos los gerentes lo encontraban muy problemático. Y debido a las diferentes formas de existencia de los planos, a menudo sucedían malentendidos y peleas.
Así que, lentamente, los gerentes que estaban familiarizados entre sí trabajaron juntos para formar un grupo, el cual era el comité administrativo. No había nadie a cargo pues era solo un comité en nombre para no invadirse entre sí y para informarse mutuamente cuando algo sucedía.