Lonemoon lo sintió por un momento, estaba bastante seguro de que el Reino Divino estaba conectado con ese Plano, parecía ser el espacio común de los dos Planos. Quizás porque Hong Meng todavía estaba dividiendo los mundos, el árbol morado seguía creciendo, no lucía tan grueso y firme como el árbol de oro grande, ni siquiera sus ramas, había tan solo una o dos hojas pequeñas, había tan solo unos cuantos mundos nuevos después de todo.
Lonemoon dejó de prestarle la atención a ello después de una mirada y esperaron que la división y la formación de los mundos completara. Con un pensamiento, el tono oscuro del Reino Divino cambió al instante, un campo de hierba verde apareció además de los dos árboles de plano.
El chef informó:
―¡Maestra, haré el almuerzo! ―al decir esto, se dio vuelta y se alejó, hábilmente sacando ollas y sartenes.