Parecía que estuvieran combinando sus fuerzas para sostener un conjuro extremadamente complicado. A Lonemoon le llevó mucho tiempo reconocer que era un enorme sello. Sin embargo, no parecía estable. Parecía que se iría a romper en cualquier momento. El conjuro contenía un aura yin fría que se escurría continuamente.
El grupo combinó sus fuerzas para mantener el conjuro en su lugar, como si temieran que lo que fuera que estuviera dentro escapara. Sin embargo, ni siquiera sus poderes combinados eran lo suficientemente fuertes. La energía Yin dentro de el conjuro crecía y crecía, y la cosa capturada dentro continuó colisionando contra los límites del conjuro. Cada vez que lo hacía, toda la secta Hao Ran temblaba.
Lonemoon frunció el ceño. Giró para mirar a quien estaba a su lado:
—Gordito, ve y ayuda.