Lonemoon no entendía cómo un mortal como el Gordito podría tener algo que ver con la fuerza nomotética. Hasta pudo obligar al Dao Divino a cerrar la puerta del reino. Pero ahora, tenían que recuperar a la persona y hacer un buen estudio. Lo bueno era que al menos sabían su ubicación.
Lonemoon se quejaba de la poco confiable Shen Ying mientras corrían en dirección a la Secta Divina Imperial, donde habían encontrado al Gordito la primera vez. Finalmente, durante la segunda mañana, llegaron hasta las cercanías de la ciudad inmortal.