Chef era el asistente del plano. Naturalmente, sus poderes eran limitados. Los ataques de los otros planos se volvieron más y más intensos.
Yi Qing apretó su espada y caminó hacia adelante. Entonces, su cuerpo se balanceó. El dolor en su pecho se hacía más insoportable a medida que la sangre continuaba saliendo de su cuerpo.
—¡Chef! —exclamó Shen Ying.
—No te muevas. Este espacio está sellando tus poderes. Cuanto más intentes luchar contra él, mayor será el impacto.
Shen Ying lo instruía mientras ella tipeaba con aún más rapidez en su pantalla. Estaba tratando de encontrar una brecha en el plano. Los ataques golpeaban constantemente la capa protectora sobre su cabeza. Con cada sonido, más y más grietas comenzaron a aparecer en ella. La luz blanca de la que se estaban protegiendo se comenzó a filtrar a través de las fisuras.