Después de esa paliza, Negrillo no apareció en la secta por un mes entero. Yu Hong se veía en efecto, muy enojada, tanto que cada vez que Negrillo quiso escabullirse en secreto, ella se daba cuenta y lo echaría sin piedad. Ni siquiera tenía una cara buena para los otros miembros del clan demoníaco con quienes estaba por lo general en contacto.
Lonemoon finalmente quedó un poco más libre. Había creído al principio que tendría que darle a la pareja recién casada un permiso de boda. Por como se veían las cosas ahora, no tenía que preocuparse más de aquello. Pero, aunque los asuntos de la secta se solucionaran, algo más surgía.
—¿Qué es esto? —Shen Ying picó con el dedo la enorme ave vistosa en la mesa.
—La envió Hong Meng. Dijo que este era el primer fénix que aparecía en su Plano —Lonemoon explicó de manera casual.
—¿Fénix? —Shen Ying volteó al instante a mirar al Chef.