334
Yi Qing se dio vuelta y directamente le entregó dos platos que acababa de terminar a Lonemoon:
—Padre Niu, lléveselos a la Maestra primero. Ya va una hora tarde.
—Tú… tú… —Lonemoon tomó los dos platos por instinto y sus ojos se abrieron como platos de la sorpresa. Sólo después de un largo momento, dijo en voz alta—. ¡Lo recuerdas todo!
—¡Mierda! —no es de extrañar que de repente haya alcanzado la Formación de Alma. En realidad, fue porque había restaurado su estado original.
—¡Sí! —Yi Qing asintió.
—¿Entonces por qué no lo dijiste en el momento?
—Creí que se había dado cuenta —la Maestra lo hizo.
—… —¡Hijo de p*rra!
A qué se refiere con darse cuenta. ¿Este par de maestra-discípulo tiene hasta los mismos modales? ¿Son dignos de todas mis preocupaciones?
——————
