El demonio tigre quedó aturdido al girar rápidamente su cabeza, y sus ojos se iluminaron repentinamente como si tuviese frente a él alguna delicia... su saliva goteaba.
—¡Una mujer! Ja, ja, ja, qué suerte tengo hoy de que toda la buena comida me haya llegado directamente. La carne de las mujeres jóvenes es mi favorita.
Después de eso, inmediatamente dejó caer a los dos niños en sus manos y caminó hacia Shen Ying. El niño tosió en voz alta, sin poder respirar aún correctamente. Se apresuró a gritar a Shen Ying:
—¡Hermana mayor, corre! Es un demonio, ¡corre!
Pero Shen Ying no se movió, y el demonio tigre se acercó a ella.
El niño se puso ansioso, corrió hacia delante y abrazó con fuerza una pierna del tigre demonio.
Los pasos del demonio tigre se ralentizaron. Miró a la persona en su pierna, y sus cejas se tensaron.
