—Jefa, la hemos estado esperando por mucho tiempo. Al fin se encuentra aquí —el Dios Demonio, que finalmente entendió lo que sucedía, miraba a Shen Ying con brillo en sus ojos. Ya no tenía una sonrisa falsa en su cara. En cambio, se mostraba absolutamente obediente.
Lonemoon apretó sus labios. Esperando mi culo. Fue el que les dio un puntapié de vuelta al Plano del cual vinieron.
—Maestra de secta, sabía que usted era diferente del resto —Meng Po, que había sido arrastrada por el Dios Demonio, miró a Shen Ying con emoción.
—Jefa, fui ciego al no haber sido capaz de reconocerla antes. A partir de este día en adelante, lucharemos a muerte para crear unos armoniosos y perfectos Tres Reinos.
—Maestra de secta, bajo su mando, los Tres Reinos de seguro mejorarán más y más.
—Jefa, que todos los espíritus vivos en los Tres Reinos se vuelvan uno.
—Maestra de secta, que el Plano resurja en gloria desde ahora y para siempre.