—Qué… ¿Qué? —Yi Qing lo quedó mirando en blanco, como si recién se hubiera dado cuenta a dónde iba la conversación. Un momento después, volvió a la realidad. Su expresión seria se volvió roja como si algo explotara detrás de ella. Comenzó a entrar pánico—. Me… ¿Me… gusta la Maestra? —por instinto echó un vistazo a la mujer delante de él. Sin embargo, incluso antes de que se encontrara con sus ojos, miró hacia debajo de nuevo, como un niño al que habían atrapado haciendo algo malo.
Este… sentimiento que él tenía hacia la Maestra era…¿Atracción? ¿De verdad le gustaba su Maestra? Si sentirse atraído a la Maestra significa que pondría estar al lado de ella para siempre, supuso que realmente le gustaba.
—¡De verdad no tienes idea! —exclamó Lonemoon sin poder creer lo que pasaba. Ni siquiera tenía claros sus propios sentimientos, y aun así se le fue a confesar a Shen Ying. Por la forma en que actuaba, era obvio que era su primera… lo que sea.
