—Jajajaja… —Zhu Yao rio en voz alta—. Grandulón, ¿Está Guo Guo?
—¡No!¡Piérdete! —el hombre contestó groseramente. Estaba a punto de colgar cuando una voz más suave sonó.
—¡Yao Yao, eres tú! —una mujer más joven apareció en la pantalla, alejando al hombre—. No te he visto hace unos días. ¿Dónde has estado?
—Volví al Plano de cultivadores inmortales para terminar algo —contestó Zhu Yao. Luego de eso, su voz se escuchó más seria—. Guo Guo, ¿Puedes pedirle a esa persona de tu casa que nos ayude? Tengo una amiga… —le dijo a Guo Guo todo lo referente a Shen Ying.
—¡Hmph! —en el que momento Zhu Yao terminó de hablar, el hombre de antes chasqueó la lengua—. ¿Qué tienen que ver los otros Planos conmigo?
—¿Es esta una buena amiga de Yao Yao? —preguntó la mujer.
—Por supuesto —afirmó Zhu Yao.
La expresión del hombre se agria nuevamente.
—No somos ami...
—¡Socorro!
—Bien.