La tribulación divina de Yi Qing esta vez salió de la nada, ni él mismo Yi Qing la vio venir. Demasiadas cosas pasaron en estos años, rompió el Reloj de Forja Divina, peleó en la Plataforma de Ascensión Imperial y hasta tomó parte en la gran batalla entre las sectas. Hubo tantas batallas que hasta Lonemoon podía sentir que se acercaba a la ascensión a Emperador. Por lo tanto, no debería haber sido una sorpresa de que Yi Qing, el tramposo, experimentara un ascenso en ese momento.
Por alguna razón, sin embargo, la tribulación divina de Yi Qing estaba resultando extremadamente larga. Los relámpagos golpeaban uno tras otro, cada uno de ellos daba la impresión de que iba a romper la tierra.