Bai Ti llegó puntualmente. En dos días, llegó a buscar a su hija. Lucía muy diferente a la última vez que lo vieron, esta vez, se veía muchísimo más viejo. La manera en la que miraba a Bai Jiao mostraba que ya no sentía el mismo cariño, ni la apreciaba de la misma forma. Al parecer, el comportamiento obstinado de Bai Jiao había terminado por dañarlo al extremo.