En menos de cinco minutos, su oponente estaba a punto de ser expulsado de la plataforma. Hui Ling giró la espada en su mano y el hechizo dharma cambió inmediatamente. Miles de anillos de acero comenzaron a juntarse en el cielo, y se transformaron en una cuerda que voló hacia su oponente.
Hui Ling dio un suspiro de alivio. Había una mirada triunfante en su rostro al decir:
—Ya acabó.
—¡Tiene razón! —en ese momento, una voz masculina de repente sonó detrás de ella. Al momento siguiente, una poderosa espada llegó balanceándose hacia ella. Asustada, Hui Ling quiso defenderse, pero era demasiado tarde. El filo de la espada brillante había alcanzado su cara—. Ahora sí acabó...
—¡Ah! —gritó Hui Ling. La espada no aterrizó en su cuerpo, ya que en el momento crítico su chaleco protector Dhármico se activó y bloqueó el ataque de su oponente.
—¡Eh! —su atacante retrocedió en sorpresa.
