Lonemoon estuvo a punto de seguir preguntando, pero los emperadores ya se habían puesto de pie para felicitar a Chen Ge.
—Era de esperar de la discípula del Emperador Celestial. Su cultivación es excepcional.
Tal como se dice, los buenos maestros resultan en discípulos expertos. El Emperador Celestial es sin duda excelente al reconocer talento, por eso la trajo al Reino Superior.
—Emperador Celestial, por qué no podemos encontrar discípulos de ese calibre como lo ha hecho usted.
—Son demasiado amables con sus alabanzas. —dijo Chen Ge riéndose—. Es solo que esta discípula mía es diligente con su entrenamiento. —sin embargo, Chen Ge tenía sus dudas sobre su discípula también. Por derecho, Hui Ling no era capaz de vencer cultivadores del cuerpo, el resultado de hoy… pero decidió no darle más vueltas al asunto; era su discípula después de todo.