Shen Ying miraba de derecha e izquierda y vio a la gente alrededor actuando como si ella no estuviera ahí. Suspiró y cuando estaba a punto de volver a su cuerpo, percibió un ruido extraño junto a su oído.
Era un ruido diminuto, casi indistinguible. Hizo una pausa y lo pensó por un rato antes de flotar por la puerta.
Nadie en casa tenía una sola pista de lo que estaba pasando.
La cara de Yi Qing estaba llena de preocupación. Con notoria ansiedad, volteó hacia Xun Shu y preguntó:
—¿Cómo podemos despertar a la Maestra?
—Su percepción divina solo dejó su cuerpo. No hay nada de qué preocuparse. Xun Shu reflexionó un momento y luego siguió—: Solo podemos esperar que su percepción divina vuelva para que despierte. Por otra parte, podemos buscar a la persona que la hechizó.
—Pero cuando la percepción divina de alguien deja el cuerpo, por lo general viaja miles de millas. Si esperamos que vuelva…