Flamas emergían entre las colinas pedregosas, lamiendo el cielo. La tierra comenzó a temblar enérgicamente. Casi por instinto, Lonemoon realizó un conjuro de aislamiento transparente al instante, para cubrir a cierta persona que dormía en el piso.
Al siguiente instante, las piedras espirituales comenzaron a rodar por las colinas, lo que hacía que se escucharan crujidos por todos lados. Algo enorme emergió de la tierra, cubierto en llamas ardientes como las de un volcán. El cielo entero parecía estar cubierto de humo. La cosa abrió su boca y volvieron a escuchar ese gran rugido que sacudía el cielo y la tierra.
Lonemoon y Yi Qing al instante miraron hacia atrás, a la persona dentro del conjuro y dieron un suspiro de alivio. Por suerte, Lonemoon reaccionó rápidamente al establecer el conjuro de aislamiento. ¡El ruido no entraba al conjuro y ella todavía dormía!